Elaine Vilar Madruga (YouTube)
GIJÓN, España.- Es difícil imaginar que una escritora como Elaine Vilar Madruga (La Habana, 1989), con apariencia de estudiante aplicada, cara redonda, sonrisa fácil, mejillas sonrosadas, mirada trasparente y andares de colegiala que llega tarde, puede pergeñar unos cuentos, recopilados en el libro La hembra alfa, Guantanamera editorial, 2013, tan llenos de un erotismo entre fantástico y excesivo, de una carnalidad descarnada en ocasiones, arriesgado por momentos e intrigante desde la excentricidad hasta la sorpresa. Nada que ver con lo que podrían ser, por esa dulzura de su físico, y ese tintineo de sus ojos, “cuentos de hadas”. Historias melosas de amores horizontales.
De no conocer físicamente a Elaine, uno tal vez se imaginaría una persona aguerrida, un tanto agreste en la mirada, casi amenazadora en el comportamiento, con vestimentas punki, huesuda en su conjunto, con cabellera de colores y ademanes torpes o peligrosos.
De modo que, al igual que los actores que se transforman en sus personajes, cuya mayor dificultad está precisamente en representar a los que más difieren de ellos, así, en el caso de Elaine Vilar Madruga, sucede algo parecido. Crea personajes y situaciones que nada tienen que ver con ella (con su apariencia), y que sólo se asemejan en su delirante imaginación, donde cocina las historias sin complejos y sin limitaciones mojigatas, dando preferencia a la creación a secas, que no es poco, como principio activo de las narraciones. El texto es ágil, sin florituras literarias, donde la causa se antepone a la realidad, y donde el argumento se desboca sin cortapisas.
El cuento que da título al libro, La hembra alfa, escrito en primera persona, presenta a una adolescente que tiene un sueño recurrente con la sabana, donde los leones merodean en manada y ella anhela ser fecundada por uno de ellos. Todo dentro de un halo fantástico, mientras la protagonista regresa a la urbe y alerta de su imaginario corriendo a cuatro patas entre los coches y ante el espanto de los ciudadanos. O el titulado: Sexo sangre acero, en el que una chica está obsesionada con todo lo medieval y acaba masturbándose con una espada de la época. En Star is born, un jovencito genio de la música se va cortando su propia carne mientras interpreta sus composiciones y embelesa al público. O El que otorga la semilla, un masturbador compulsivo que hace crecer los jardines con su semen y es perseguido por multitud de mujeres deseosas de copular con él. O El decimotercer círculo, donde una niña paralítica vive desde su silla de ruedas la peripecia insalubre de su madre, cuando se dio cuenta de que era imposible que su hija fuera una “señorita decente”, debido a sus hábitos sexuales desbordados, la madre quiere llegar más lejos todavía en esas prácticas. Y así hasta dieciséis cuentos.
En todo el libro hay una línea conductual de una fantasía controlada dentro de una extravagancia creativa que le da unión al volumen e identidad particular a la autora. Y a pesar de lo escabroso de los temas no causan ni excitación ni morbo ni escándalo, pues la naturalidad de las historias se van desenvolviendo con la sencillez y la normalidad con que esa mentirosa compulsiva que es Elaine, igual que lo son todos los escritores que se precien, y nos va engañando y nosotros nos dejamos engañar por los argumentos, y lo hacemos porque nos gusta merodear entre esa serie de crápulas un tanto desbocados y hasta altaneros, y que, incluso, quisiéramos estar más cerca de los personajes para ser testigos en primera fila de los acontecimientos, sin el papel por el medio.
Elaine Vilar Madruga, a pesar de su juventud, tiene una dilatada carrera creativa como poetisa, narradora y dramaturga. Licenciada en Arte Teatral, especialidad Dramaturgia por el Instituto Superior de Arte (ISA), es miembro de la asociación Hermanos Saíz, de la UNEAC, coordinadora del Taller de literatura Fantástica Espacio Abierto, graduada del XI Curso de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, graduada de Nivel Medio de Música en la especialidad de guitarra clásica por la Escuela Nacional de Arte y de la Academia de Etnografía y Tradiciones Canarias en Cuba de Literatura. Ha publicado los libros Al límite de los olivos (Editorial extramuros, 2009), La hembra alfa (Editorial Letras Cubanas, 2013), Promesas de la Tierra Rota (Editorial Gente Nueva, 2013), Dime, bruja que destellas (Casa Editora Abril, 2013), Alter Medea (editado por Anteres Publishing House of Spanish Culture, Canadá, 2014), Framboyán (Poesía. Ediciones La Luz, 2014), Soy la abuela que vuela (Cuento infantil. Ediciones Unión, 2014), El árbol de los gatos (Teatro. Metec Alegre Edizioni, Italia, 2015).
Es poseedora de numerosos premios en distintas modalidades literarias. Tiene obra traducida al portugués, francés e italiano. “La hembra alfa” es un eslabón más en su carrera como escritora, y su mejor carta de presentación su talento creativo.
