Inicio Cuba Raúl Torres destila desprecio por las cubanas y su mujer lo secunda

Raúl Torres destila desprecio por las cubanas y su mujer lo secunda

Raúl Torres (Foto Trabajadores)

VILLA CLARA, Cuba.- Facebook se ha colmado de comentarios iracundos este fin de semana, algunos bastante subidos de tono, después de que Raúl Torres, el trovador cubano que ha resultado blanco de críticas dado su tácito e incondicional repliegue a lo que él llama “revolución y/o causas justas defendibles”, publicara un misógino y antifeminista post en su perfil de esa red social; texto que, más que una réplica a las burlas que el General Guillermo García Frías suscitara con su disertación sobre el brillante futuro del avestruz y demás animales en el programa Mesa Redonda, parecía una venganza enhiesta contra la disidencia, esa que según él es responsable de urdir tamaña protesta ciudadana desde las redes sociales.

Facebook y Twitter son las plataformas que han resultado verdaderos campos de batalla cada vez que un dirigente de cualquier orden suelta un disparate colmado de erratas ortográficas o de redacción. Y los entuertos semánticos van desde un ministro hasta un alabardero sinsentido, que aprovechan el momento para blindarse frente a futuras transgresiones e ilegalidades por cometer.

Fotos captura de pantalla, cortesía del autor

Y así no faltan (ni a su estipe conservadora) quienes los retiran cuando la cosa se pone fea.

Foto captura de pantalla, cortesía del autor

A Gilberto Padilla (en “Raúl Torres tiene que parar”), quien apeló al antiguo legado artístico y conciencia creadora del “Raúl de antaño”, para invitarle a revisarse y detener su creciente desprestigio tras publicar una suerte de lamento gregoriano a las víctimas del accidente aéreo ocurrido en mayo pasado, el hoy inclasificable poeta —que escapó durante los años duros del período especial hacia esos lares preservadores del otro mundo—, respondió con un nuevo bodrio sepulcral muy suyo, que quedará para la historia irrisoria de la infamia:

VERSO-CANCIÓN A HP…DILLA
Eminente consumista de su trasera natilla
Parásito de sí mismo el tal Tilberto Pandilla
Medio-tipo, casi algo que nadie definiría
El trepa-traidor del tiempo, el híbrido de la arpía
En el fondo tiene un sueño, megadark de la porfía,
Un lápiz con escafandra no impresiona la obra mía,
Hierba mala del ensayo, perra escribiendo sandías,
Ninfa enferma de las tetas, mi’jita estás encendía
Hoy en día está el versado a la patá entre comillas
Hoy voy a matar a un muerto por una piedra de jade
Que pulí por muchos años y el torpe con su jarabe
Que sabe poco que sabe, vetusta me la pondría…
Hoy voy a matar a un muerto que ya se lo merecía
Apolillado erudito que mastica el agua fría
La verdad es que importa menos que un pedo en refinería
Su códice es como el culto a las malas calcomanías
Que esta canción fuera mala, eso es lo que yo quería
Pero mi letra es mi bala y mi música mi herí’a
Espero que mueras tanto que te crezca la patilla
Para inspirar mis silencios que son de estirpe bravía
Y no trates de entenderme que no se te va a dar bien
Que mejor que difamarme es que te atropelle un tren
El que me ofende los santos pues me insulta a mí también
Burguesito baba-espanto buitre gris con espinillas
Retrotú del desaliño, el anti Lezama Lima
A mi público presente mil disculpas pediría
Creo que he equivocado el nombre de ese a quien me refería
Esta es la necro-canción a un tal Gilberto Padilla
Debiste haberlo pensado antes de mear vinagre
Debiste haberte matado antes de erectarme el bagre…
Antes de tu apoquinada pluma de mastín huevero
Tenías que hacerte el vivo debatido entre el estiércol
Y me la pusiste fácil hoy estoy matando un muerto
Cuando vuelvas a la carga lleva cojones de acero
Mejor pídelos prestados para encubrir el plumero
No llevarás hidalguía, de ti nunca esperaremos
Genérate la endorfina, desova en el cementerio
Que hoy me la pusiste fácil, hoy te estoy matando…muerto

La evidente obsesión del compositor en forzar rimas asonantes que quebrantan métricas e imágenes no siempre logradas, deriva en la contaminación de sus últimas “composiciones”, las que blande a diestra y siniestra igual que al fláccido miembro hambrientamente pro-eréctil.

Revísense a la postre las presuntas canciones a Fidel y Chávez en forma de tributo pos mortem, dado el apretado armatoste macho-visigodo en activo. De allí su auto denominación como “El Pingúo de La Trova” (en lugar del Pingüe), sin gente suficiente con decoro que lo desbanque ni deshueve.

La denigración del (otro) sujeto ¿lírico? torna en ardid recurrente la impotencia implícita, e incita a la flagelación y muerte del oponente, solo por el hecho de serlo, sin argumentos ni contemplaciones. Estamos ante un matarife portador de rancia estirpe de zigzagueante oralidad.

Captura de pantalla

Insultar a las madres de los que no opinan como él, degradándolas a un plano de prostitutas insatisfechas, trasciende la mera pataleta de la que —probablemente por encargo— ha resultado protagonista (y víctima) ilustre.

Mas la vergüenza mayor ha residido en constatar cómo un “representante del pueblo”, investido ante la inerme asamblea del gobierno —y el partido, que es lo mismo—, se apropia del espacio púbico/público para vomitar su verborrea por encima del propio conglomerado que se supone él defienda y justifique en sus excesos.

Horas después de aparecido el desafío grosero del díscolo rapsoda, varias personas —dolidas/atacadas desde las alturas históricas por ese mal mayor llamado patriarcado— le enfrentaron, ocasión que aprovechó el autor para —con disimulo— retirarlo.

Post de la esposa de Raúl Torres.

Tras la andanada recibida de insultos e indultos por todas las vías posibles —incluida la telefónica—, apareció el post de su esposa, Camila Fernández del Valle, diciendo y haciendo lo que se intuye le fuera sugerido u ordenado, empleando artera defensa de mujer no-ultrajada por tan endebles argumentos, mientras sacaba la cara por su amado-marido.

Ahora pueden ustedes cotejar criterios que versen sobre ninguna otra variante que no sea el desprecio conjunto y más insolente hacia sus pares connacionales.