MIAMI, Estados Unidos.- La turista rusa Tatyana Konkova denunció en su red social de Instagram las condiciones en las que se encuentra en un centro de aislamiento para pacientes sospechosos de COVID-19 en Cuba, a donde llegó el pasado 4 de noviembre para unas vacaciones. “Rehenes”, escribió.
De acuerdo a un reporte del medio ruso BFM, Konkova aterrizó en Cuba en el primer vuelo procedente de Rusia luego de que las autoridades cubanas abrieran algunos aeropuertos en la isla para recibir visitantes foráneos. Sin embargo, en el mismo aeropuerto, al realizarles la prueba PCR para detectar el virus, varios pasajeros fueron diagnosticados con coronavirus.
Los casos positivos “fueron hospitalizados de inmediato”, el resto de los pasajeros fue puesto en cuarentena “no en el mejor hotel”, reza la nota.
Según BFM, a los turistas lo indignó, inicialmente, que “todo se hacía en el baño. No había otro lugar para el procedimiento médico”. Poco después, las personas positivas “fueron enviadas inmediatamente a un hospital militar. El resto fueron puestos en cuarentena en un hotel, pero no el que ordenaron”.
El lugar a donde los enviaron no tenía llave en la ducha ni agua, “no había internet en las habitaciones, a los turistas se les negaba la comida”, y cuando les ofrecieron alimentos difería de la peor cantina rusa. Estaba prohibido salir a cualquier parte.
En un video que subió a Instagram Tatyana Konkova, una de las turistas junto a ellas señaló: “Estamos sentados como rehenes”.
“El caso es que Cuba, en principio, está mal con Internet. En cuanto a la comida, no trajeron, me parece que simplemente tenían miedo y pensaron: cuando pidan, entonces les llevaremos algo”, la mujer denunció además la falta de un menú, que la comida iba toda en un mismo plato, que siempre había problemas con los recipientes, y los platos reutilizables eran raros.
Así mismo se quejaron de los guías, “que no prestan atención, esta también es una realidad cubana. Los guías ganan dinero vendiendo excursiones; por supuesto, es más interesante para ellos vender excursiones en primer lugar y luego ocuparse de todo tipo de cuestiones”.
Los turistas en cuarentena intentaron acercarse a quienes organizaron sus vacaciones, luego de que el guía se negara a brindarles ayuda, incluso a explicarles lo que estaba sucediendo, pero tampoco recibieron respuesta de su operador turístico.
Por su parte, Konkova hizo público el video de otra turista rusa cuya hermana sí fue diagnosticada con COVID-19 y “según la descripción de la situación, es la que está sufriendo lo peor de todo”.
La joven asegura que les advirtió a los médicos desde el primer día que el interferón está contraindicado para su hermana, y no le dicen cuáles son las pastillas que le están suministrando. “Nadie sabe con certeza por qué deben tratarse con estos métodos. Tiene un tumor en la cabeza, tiene problemas cardíacos. Transmiten información de que es ella quien está empeorando. ¿Qué están esperando? ¿Alguien puede contactarnos? No tenemos absolutamente ninguna conexión con ellos”, reclamó.
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