Inicio Cuba Ripios cubanos mientras renace el anticastrismo cultural 

Ripios cubanos mientras renace el anticastrismo cultural 

MIAMI, Estados Unidos. – Lo cubano pudiera ser una curiosa reverberación internacional en las circunstancias más insospechadas. La madre es una película protagonizada por Jennifer López, que Netflix anunció a bombo y platillo para tratar de pasar gato por liebre, debido a lo desangelado de su hechura. 

Uno de esos thrillers al uso con operativos militares undercover, donde la protagonista sigue a un traficante de armas que se escapa a La Habana, quien parece tener el beneplácito del régimen, como tantos otros delincuentes que han encontrado refugio en la Isla.

La ciudad recreada simula un muladar, sin la distinción que todavía muestra la maltrecha capital cubana en algunos de sus sitios indestructibles. Allí ocurren persecuciones y tiroteos más bien falsos, considerando que el totalitarismo no admite alternativas a su propia violencia.

Es mucho mejor el Santiago de Cuba como destino de turismo sexual, que presenta No Time to Die, donde Ana de Armas hace de la agente Paloma, aliada de James Bond, dando patadas y disparando a todo lo malvado que se le cruce en el camino. Esta parafernalia cubana al menos está montada en tiempo de comedia, sin pretensiones.

En la excelente película francesa El inocente, protagonizada y dirigida por el actor Louis Gorrel, un exconvicto trata de reformar su vida mediante el amor y en lo que acoteja el nuevo hogar se pone a bailar salsa. Entonces le dice a su esposa que la llevará a La Habana para que aprenda la danza caribeña como es debido.

En medio de un argumento totalmente ajeno a la Isla, aparece lo cubano como el otrora fetiche de ritmo y sensualidad, sin considerar que el país ha sido devastado por los caprichos represivos de una ideología foránea a su idiosincrasia.

La oposición internacional a quienes representan la cultura oficial se acrecienta, sin embargo. El caso Buena Fe parece haber abierto las compuertas de enfrentamientos que se habían disipado. 

La respuesta del régimen se caracteriza por sus ridiculeces patrioteras; ahora vuelve a confundir a unos mequetrefes con ínfulas de trovadores con la encarnación de lo que queda de patria.

El régimen también se molesta porque Facebook ha eliminado, sin previo aviso, la página de Alma Mater, revista injuriosa de militancia comunista. También se queja de que la poeta Nancy Morejón está siendo atacada a propósito de la que sería su participación como presidenta honoraria en el Mercado de la Poesía, un evento parisino que se celebra del 7 al 12 de junio y donde impartirá dos conferencias.

La nota de protesta de la dictadura no entra en detalles pero incluye la agresión a Morejón dentro de lo que ahora llaman “guerra cultural” contra Cuba.

Alpidio Alonso, quien sí tiene una cuenta en Twitter, no obstante ser vocero de la dictadura, apunta: “La rabia e impotencia de los odiadores frente a la revolución cubana se descarga hoy contra nuestros artistas. Nuestra solidaridad con la gran poeta Nancy Morejón, víctima del atropello de unos cobardes que no podrán acallar la verdad de su voz ni menguar la estatura moral de su ejemplo”.

Lo cierto es que la organización francesa ha debido rechazar la presidencia honoraria que había concedido a la poeta castrista, gracias a la protesta del escritor exiliado Jacobo Machover.  

Valga la pena recordar que Morejón ha suscrito declaraciones justificando crímenes manifiestos del castrismo y nunca se ha solidarizado con congéneres artistas que hoy se pudren en las mazmorras del régimen. De hecho, comparó la rebeldía del 11 de julio del año 2021 a una nueva pandemia.

Por cierto, durante un tiempo, escritores militantes, en los albores de la Revolución, le recriminaron su afinidad con el grupo El Puente, ya por entonces en la oposición. El miedo terminó por devorarle el alma y nunca más su arte poética se puso al lado de la justicia.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
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