LA HABANA, Cuba. – Durante toda la semana recién pasada se comprobó la incidencia nefasta de la inestabilidad del CUC en todos los ámbitos de la economía: el comercio y los servicios.
La apertura de cuentas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y la puesta al margen de la “moneda nacional” con restricciones bancarias contribuyeron a tan precipitada devaluación.
Sensible fue, para el cubano común que no cuenta con una avanzada fuera de Cuba que le recargue el imprescindible celular, el comportamiento de los precios de modo tan fluctuante, especialmente apreciable en los sitios “no oficiales” del trasiego colateral que han florecido como alternativa a las restricciones financieras impuestas dentro de la isla.
Estos avezados contratistas particulares, tienen del otro lado del mundo a un representante que les paga por buscarle a nacionales que tengan con qué sufragar el precario —y caro— servicio de telefonía, por ende, de la sospechosa Internet.
Un botón de muestra sería la conocida CubaTel.
Pues resulta paradoja tremenda que no se pueda ir a ETECSA directamente a solicitar el servicio con los 20 USD anhelados por el monopolio castrense —entiéndase Gobierno—, que recaba con abusiva propaganda se haga exclusivamente “desde afuera”, como llenándole los bolsillos a intermediarios, incluidos aquellos sistemas “enemigos” donde tal transacción deriva en dividendos netos hasta para el fisco.
Habituados a pagar entre 21 y 23 CUC por una recarga periódica según sea de elitario el lugar de radicación, algunos cubanos han sufrido un revés al acercarse a ellos esta vez y enterarse de que el costo se ha elevado hasta en cinco cifras en algunos sitios donde la promoción concluyó ayer, cuando ya anuncian la próxima para este 25.
Defraudados —apenas transcurridos los días necesarios para la confirmación del grosero despropósito — los que corrieron a comprar la pacotilla en los establecimientos tramposos con terceras monedas foráneas, descubrieron que el valor del dólar estadounidense —patrón indiscutible sobre el resto— que se disparó hasta un 150 %, cayó esta misma semana a los niveles anteriores de la alharaca aperturista.
Quizá esta sea una nueva esperanza para que los “recargadores semisecretos” retomen los precios anteriores al “estallido social” provocado siempre por ordenamiento “de afuera”.
O que el estado/partido de “adentro”, tan solidario para con los humildes y los pobres de la tierra, acabe de entender las necedades continuas que comete, no solo contra el pueblo al que van enfiladas “buenamente” todas sus medidas, sino contra sí mismo y en favor de sus crecientes impopularidad y desprestigio.
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