Inicio Cuba Seguridad del Estado a artista cubano: “Te vamos a desaparecer” Cubanet

Seguridad del Estado a artista cubano: “Te vamos a desaparecer” Cubanet

Luis Manuel Otero Alcántara (Foto: María Matienzo)

LA HABANA, Cuba.- Luis Manuel Otero Alcántara nombra a su última detención el pasado 21 de noviembre “el momento agresivo” y como un “rapto de mafiosos”. Además de decirle que no lo dejarían exponer en Cuba, le aseguraron: “Te vamos a desaparecer”.

En la tarde del martes Yanelys Núñez, su pareja, y el artista dejaron una queja formal en Fiscalía Militar contra el jefe de sector de su zona porque, de forma ilegal, había registrado la casa donde se celebraría la conferencia de prensa de la Bienal, decomisado cuatro sacos de cemento y encarcelado a Otero Alcántara durante más de 48 horas. Al regreso de la gestión en Fiscalía, a la altura de Línea y J, en el Vedado, el taxi donde iban montados fue detenido por una perseguidora y con el argumento de que estaban “cumpliendo órdenes”, según denunció Núñez, los detuvieron.

En la estación de policías de Zapata y C el interrogatorio duró aproximadamente dos horas y media.

“Me sorprendieron, y sobre todo en la forma en que lo hicieron”, comenta el artista; pero no se extraña porque Otero Alcántara está consciente de que le sucederían cosas como esta desde que empezó con El Museo de la Disidencia y regresó a Cuba tras pasar una temporada en España por haber obtenido la beca creativa que otorga el artista Carlos Garaicoa.

“Hace un año de esto”, afirma. “Me han venido ‘atendiendo’, como dicen ellos. Lo que pasa es que no quería denunciarlos porque en algún momento creí en el diálogo”. Ya se convenció de que lo que quiere la Seguridad del Estado es “infringir miedo a mi alrededor y no quería ayudarlos a difundirlo, pero ahora se pasaron. Llegó el momento de que cada cual luche con sus propios miedos”.

“Y estoy dispuesto a desaparecer. El arte va a estar por encima de mí, siempre”, y habla de un nuevo proyecto que anunció hace unos meses en las redes y del que nunca pensó que fuera a llamar tanto la atención: “Testamento”.

“Ayer eso fue supuestamente uno de los pretextos para las amenazas y es que ahora mismo yo tengo el testamento de Fidel Castro”, asegura.

¿Ficción o realidad? Cualquiera podría preguntarse.

“A mí me interesa que la gente crea que es posible dentro de un espacio de realidad. Así que es real”, dice, conceptualizando “Testamento”.

“¿Tú sabes si me lo encontré dentro de una botella? ¿O si Fidel Castro me vino en un sueño y me dijo dónde estaba el testamento?”, fabula alrededor del origen del documento legal.

Según Luis Manuel, la “supuesta” teniente coronel Kenia, se empeñaba en decirle que él no era nadie, a lo que le respondió: “Yo soy tan dueño de la imagen como todos ustedes. Toda mi vida está marcada por ese tipo. ¿Por qué me vas a decir que no puedo ser dueño de esa imagen?”, y esgrime los argumentos de quien se cree propietario: “Además de haber sido un funcionario público y el presidente de un país, como ustedes dicen, ‘está entre nosotros’, y no vamos a poder salir de él”.

El artista no revelará los detalles porque quiere seguir generando expectativas para que todo el mundo esté conectado. Lo único que dice es que “la obra es un bombazo y yo sé que les va a molestar mucho”.

Pero en el interrogatorio del martes 21 de noviembre no era solo la obra “Testamento”. También era el Museo, y le mencionaron la pieza “Juego de Tronos”. Era además Tania Bruguera, todo lo que está pasando en su casa —donde se puede llevar ideas de cambio y difundirlas como hizo Lía Villares con papeletas de Cuba Decide—, o que se aparecieran Madrazo, Denis del Río, mi tío, mi familia.

Otero les preguntó si les tenían miedo a Lía Villares o a Tania Bruguera; de las que se dedicaron, como parte del interrogatorio a “estarme hablando mal de ellas”.

“Dicen que estoy haciendo propaganda y que eso es un delito”, cuenta. “Que me estoy mezclando con la contrarrevolución, como ellos le llaman, y yo les dije: ‘Mira, brother, mi espacio es de Libertad’”.

Pero la Bienal #00 sigue siendo una gran preocupación para los órganos de la Seguridad del Estado. Pareciera que le temen a la cantidad de gente que se ha acercado para decirle al artista: “Eso está súper bueno y es necesario”.

La idea surgió en las redes sociales, pero Luis Manuel Otero Alcántara y Yanelys Núñez tomaron la iniciativa.

“Coco Fusco va a pagar el hosting de la web”, y cuentan con otros apoyos también. “Tania Bruguera va a unirse a la historia, Lázaro Saavedra ya mandó su obra, Yuri Obregón desde su estudio en la Habana Vieja decidió aunar esfuerzo y va a formar parte del comité organizador de esta Bienal #00, y otros artistas más jóvenes como nosotros han dicho sí”.

Pero reconoce que su principal medidor será el correo electrónico, “cuando la gente empiece a mandar sus proyectos y ya estén dentro. Si después los presionan y deciden no estar ya hay una constancia de que mandó”.

Aunque pareciera que la presión apenas, empieza el artista ha venido sintiéndola desde hace un año y hace un recuento: “Ellos me llamaban y me decían no cojas por aquí, y yo me hacía el bobo y seguía y después volvían. Con lo de Mella me dijeron que no lo podía hacer y yo dije que sí, entramos en una supuesta negociación, lo hice, me llevaron hasta la puerta de mi casa”.

La familia no siempre entiende de qué servirá su obra.

“Mi mamá no tiene mucha preparación para este tipo de cosas” y le hizo un inventario de posibles daños colaterales: “Le vas a echar a perder el trabajo a tu hermana, el viaje a tu tía, el subsidio a tu otra tía, que es verdad que te dio los materiales, pero le van a ir a arriba a ella”.

Al miedo de la familia se le suma el de los amigos. “Los que resbalaron y no pueden ir, más los que no te contestan ni a los mensajes ni te llaman y esa es la mayor presión que estoy sintiendo ahora mismo”, y asegura que no sabe qué es peor, si ir preso o la incertidumbre de “¿qué puede pasar conmigo? Porque la legalidad no funciona en Cuba, te desaparecen y ya”. Narra cómo el 21 de noviembre, cuando Yanelys se acercó a averiguar qué pasaba con él, le dijeron en la carpeta de Zapata y C que no lo tenían detenido en ese lugar. Solo accedieron a averiguar cuando ella aseguró que tenía una foto que lo confirmaba.

“Es muy dramático para mí como individuo saber que me pueden desaparecer”, y tiene conciencia de todo lo que pudiera pasarle si decidieran encarcelarlo. “Allá adentro te ponen entre presos comunes y ellos pueden fabricarte cualquier cosa porque la vida de un preso no vale nada en Cuba”. No obstante, Luis Manuel Otero ha decidido continuar haciendo arte.