Inicio Cuba “Todo esto es una locura”: rebrote de COVID-19 mantiene en jaque a...

“Todo esto es una locura”: rebrote de COVID-19 mantiene en jaque a Santiago de Cuba

(Foto: Sierra Maestra)

SANTIAGO DE CUBA, Cuba. ─ El manejo de la COVID-19 en Santiago de Cuba ha estado marcado por la desorganización y la falta de transparencia, según refieren los propios ciudadanos. No por gusto es la segunda provincia más afectada por la pandemia en el país, después de La Habana.

Desde el 4 de noviembre de 2020, cuando se reportaron los primeros contagios, hasta el pasado miércoles el territorio ha acumulado 5 195 casos positivos a la enfermedad, con 31 fallecidos.

En enero, ante la compleja situación, el gobierno provincial ordenó el cierre parcial de los comercios, impuso restricciones a la circulación peatonal y limitó el transporte público y privado, entre otras medidas de control epidemiológico.

Sin embargo, estas acciones han sido opacadas por la demora en la hospitalización de casos sospechosos, la insalubridad en los centros de aislamiento y por irregularidades asociadas al manejo de los resultados de las pruebas PCR.

Hace dos semanas, trabajadores del Hospital Psiquiátrico Gustavo Machín, ubicado en el municipio santiaguero de Songo-La Maya, revelaron la existencia de un evento de coronavirus que involucraba a 25 personas, entre pacientes y trabajadores.

Una enfermera del centro aseguró a CubaNet que “la cosa estaba en candela”.

“Se formó un corre corre tremendo y pusieron el hospital en cuarentena. Incluso, recogieron al personal que salió de guardia y a todos los que tuvieron contacto con los enfermos. Luego dijeron que hubo un error, que las pruebas dieron positivas y luego negativas, cosa que no me creí; por eso decidí coger mis vacaciones”, sostuvo la fuente.

Al respecto, la directora del Centro de Higiene y Epidemiología en el municipio, Ania Mojena, declaró a Tele Turquino que una “rectificación” de las muestras de PCR había descartado el evento epidemiológico.

“En un momento se hizo un estudio y dieron positivos un gran número de pacientes, pero cuando se hace la rectificación salen negativos. Esto puede suceder”, expresó Mojena.

De acuerdo con la revista médica The Lancet los llamados falsos positivos (cuando una persona da positivo y no tiene el virus) son muy “extraños”, pues la tasa ronda el 0,5 % de las pruebas. En cambio, el promedio de falsos negativos es de un 37%.

El estudio, a su vez, resalta la efectividad de la prueba de diagnóstico PCR, pues esta detecta el material genético del virus en el organismo.

El doctor Roberto Serrano Delis, quien también es natural de Songo-La Maya, considera absurda la manera en que se está “intentado controlar el virus en la provincia”.

“Las acciones se contradicen todo el tiempo. No puedo entender como las autoridades multan a los ciudadanos por ‘violar los protocolos sanitarios’ y luego esas mismas personas son obligadas a permanecer ─hacinadas─ en hospitales y centros de aislamiento insalubres”, criticó el especialista.

En la mayoría de estos lugares, hasta 10 personas tienen que compartir minúsculos cubículos. En vez de en camas, deben dormir en literas o camillas, que son mucho más económicas y ahorran el espacio.

Carla Millares tiene 20 años y tiene cinco meses de embarazo. Recientemente estuvo ingresada en el hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas, en la cabecera municipal. Según dice, “allí se sintió más expuesta que nunca al contagio”.

“Nos aislaron e hicieron el PCR porque una enfermera del piso dio positivo. Cómo a los dos días veo que entran a la sala y se llevan a una embarazada, sin decirnos ni media palabra. La trasladaron para otro cubículo en la misma sala 5J y luego fue que supusimos que también estaba contagiada”, denunció la gestante.

Aunque la situación no pasó de un susto para Carla, pues su PCR resultó negativo, mientras estuvo internada sufrió la falta de higiene y “un hambre terrible”, como ella lo describe.

“Nos dieron de almuerzo un arroz que parecía fango, con huevo en polvo. No me lo pude comer. Además, el mal olor de los baños me tenía con indigestión”, apuntó.

Para la santiaguera Lizandra Rivera Rodríguez la experiencia en un centro de aislamiento solo duró 24 horas. Ella fue internada el 21 de enero por sospechas de COVID-19 y al día siguiente ya estaba de alta. No obstante, “esas horas fueron un verdadero calvario”, comentó a este diario.

“Allí solo había dipirona y paracetamol, porque ni siquiera un esfilmo. Me dijeron que si me quería tomar la presión debía mandar a buscar uno en mi casa. La comida no había quien se la comiera y los estaban baños asquerosos. Además, los médicos tardaron más de 12 horas en hacer la ronda en el tiempo que estuve”, añadió.

Este centro de aislamiento, que radica en la escuela pedagógica Pepito Tey, es una de las 26 instalaciones que fueron adaptadas en el territorio para albergar a los casos sospechosos de la enfermedad.

Mientras, el gobierno anunció que muy pronto abrirían otras en Santiago de Cuba. Los hoteles Versalles, San Juan de las Américas y Costa Morena serán habilitados atención exclusiva a turistas.

Entretanto, los santiagueros que acuden a las unidades asistenciales para realizarse el PCR no son atendidos o deben pernoctar en los cuerpos de guardia porque hospitales y policlínicos se encuentran colapsados.

En muchos casos, las personas son enviadas de vuelta a casa para esperar por un médico que vaya a hacerle la prueba.

A inicios de este mes, los vecinos de una cuartería en el reparto Santa Bárbara aguardaron casi una semana para que les hicieran la prueba después de que varios dieran positivos a los test rápidos.

Luego, pasaron otros tres días para los resultados, que confirmaron la enfermedad para Amanda Dianelis Igalza Menéndez (menor edad), así como para  la joven Yilena Danger Vázquez y su hija recién nacida.

“Allí ni siquiera colocaron la cinta de advertencia. Todo esto es una locura”, manifestó Yordanis Chávez, quien informó a CubaNet del caso.

En cuanto los retrasos excesivos del PCR, el doctor Roberto Serrano Delis cree que “si la persona está asintomática y pasan tantos días, puede pensar que no tiene el virus y de seguro violará el régimen de aislamiento. Así ha estado pasando, sobre todo con personas que llegan del exterior y tienen un tiempo limitado en el país”.

Fue notoria en Santiago de Cuba la destitución del que fuera director provincial de Salud Pública, Guillermo Mora García. Algo similar ocurrió a su homólogo en La Habana, quien fuera igualmente desplazado del cargo.

Relevó en la responsabilidad a Mora García María Eugenia García Céspedes, antigua jefa de Atención Médica Provincial. La funcionaria ya ha llamado a incrementar la presencia de inspectores sanitarios en las comunidades.

En el municipio de Songo-La Maya también fueron removidos de sus puestos Gladys Mora, directora del policlínico Carlos J. Finlay, y Rafael Giraldo Morán, director municipal de salud.

Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.

Yadira Serrano Díaz

Reside en Santiago de Cuba. Miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU)