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Transportistas privados en paro por nuevas regulaciones en Santiago de Cuba

Transportistas privados en Santiago de Cuba. Foto del autor

SANTIAGO DE CUBA, Cuba.- “Llévame y te pago 30 pesos”, promete Julio a un botero, mientras una multitud de personas amotinadas cazaban un medio de transporte en una parada de Santiago de Cuba. Este panorama es común en varias paradas y terminales intermunicipales de la provincia desde hace varios días, tras el anuncio en medios oficiales de una reducción en las tarifas de los transportistas privados, quienes ahora han entrado en paro en protesta ante las regulaciones encaminadas a limitar los ingresos de ese sector privado.

Según se explicó en el programa televisivo Panel Informativo, transmitido a través del canal oficialista Tele Turquino, las nuevas regulaciones se efectúan por las demandas de la población, que se ve afectada por los altos precios del transporte privado.

Liset Martínez Riera, Subdirectora Provincial de la Dirección de Trabajo, manifestó reiteradamente en el transcurso de dicho panel las facultades de regular los precios fijos y máximos por parte del Estado, en cuanto a las ramas priorizadas como el transporte o la alimentación, haciendo mención a una serie de decretos aprobados por el Consejo de Ministros, que se orientan a reforzar los controles a los emprendedores cubanos.

“Las medidas son bastantes severas, pero están facultadas. Como pueblo debemos defender la idea de que se cobre lo que haya que cobrar en correspondencia a ese pueblo que tanto trabaja, no para explotar al pueblo, no que unos vivan más que otros o que unos se enriquezcan más que otros, esa no es la política que está aprobada para el sector no estatal”, indicó Martínez.

Agustín Sánchez Ramírez, jefe de la Unidad Estatal de Tráfico, informó además de las sanciones que se aplicarán en caso de incumplirse lo establecido. “En el momento en que el Estado decide regular las tarifas del trabajo por cuentapropia no es algo que pueda ser opcional, es obligatorio, y de incumplir con ello se puede retirar la licencia operativa del transportista hasta por dos años, o imponerle multas de hasta 1000 pesos por alterar las tarifas. Ya hay inspectores en la provincia habilitados para aplicar el decreto”.

Por otra parte, los transportistas santiagueros muestran claramente su inconformidad, y aunque algunos continúan prestando servicios, muchos han optado por parar sus carros hasta que la Dirección de Trabajo ofrezca una respuesta contundente y asequible para los privados, quienes alegan que el combustible y las piezas para los vehículos solo se encuentran en los vendedores clandestinos, con precios elevados.

Tomás, un chofer que desde hace tres años cubre la ruta Santiago de Cuba-Palma Soriano, cuenta que los precios de este tramo han ido subiendo paulatinamente debido a que el petróleo y las piezas también han ido escalando. “Estamos pagando en los Cupet a 25 pesos (1 CUC) el litro de petróleo, por tanto, con ese precio las ganancias se reducen, y después hay que pagarle a la ONAT (Oficina Nacional de Administración Tributaria), hay que comprar gomas y piezas, o sea, una serie de cosas que te dejan con un mínimo de dinero. Ahora van a topar el pasaje a 6 pesos, pero si el país está tratando de economizar, para ganar más, ¿cómo a nosotros nos van a limitar a que ganemos menos?”, se pregunta.

“Si van a topar el precio del pasaje entonces que el Estado nos venda las piezas, y que el petróleo nos los ponga en un precio módico, porque así no se puede trabajar, y no vamos a invertir para perder”, sentenció.

Los clientes de la transportación privada en Santiago de Cuba encuentran beneficiosa una reducción en las tarifas. Al respecto, varios entrevistados por CubaNet refieren que los precios están demasiado altos, y sus salarios no alcanzan.

“El pasaje que más malo está es el de Songo-La Maya, la economía no da para ese precio y cada vez sube más”, dice una pasajera que se encontraba a la espera de un ómnibus en la conocida terminal Municipal de Calle 4.

Del mismo modo Marlon, un joven santiaguero que se trasladaba a Tercer Frente, reprochó los altos precios de ese destino, así como el deprimido transporte estatal: “a Tercer Frente el pasaje particular está costando entre 80 y 90 pesos, eso no hay quien lo pague. Entiendo que un particular cobre lo que quiera, pero hay que tener consideración con la población. El Estado también tiene que mejorar, porque está más malo cada día. Yo llevo esperando la guagua 2 horas y todavía no ha llegado, y si se rompe no sale, porque es una al día. Entonces el único remedio es el privado hasta Contramaestre a unos 20 o 30 pesos, y de ahí aventurarse en un transporte que te cobra cualquier cantidad hasta Tercer Frente”.

El mismo escenario se da lugar en la transportación urbana de la provincia suroriental, donde hasta el momento los transportistas no estatales, más conocidos como “pisicorres”, también han cesado sus actividades. Estos medios de transporte cobran entre 5 y 10 pesos. “Nosotros nos guiamos por la oferta y demanda, si usted no lo puede pagar entonces no se monte, además se sabe que, si no hay guaguas estatales, hay dos opciones, o quedarse en la parada esperando por horas una guagua o coger un particular que lo llevará más rápido a su destino”, dijo a CubaNet Alberto, quien opera en la ruta Altamira-Hospital Provincial.

Al respecto, la vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial, Mayra Pérez González, declaró a medios oficialistas que el concepto de oferta y demanda ha sido malinterpretado por el sector de transporte no estatal, ya que el transporte es servicio priorizado.

González mencionó que se vienen realizando estrictos controles en los servicentros de combustibles, “en los últimos 6 años hemos controlado la cantidad de combustible que compra cada transportista, y en el caso del diésel hemos observado que diariamente se compra por vehículo entre 0.15 y 0.20 litros, lo cual indica que no se esta acudiendo a los servicentros o Cupet para adquirir el combustible de los no estatales”.

Otro transportista, bajo condición de anonimato por temor a represalias, confesó que la mayoría de los transportes que operan con licencia en la provincia adquieren el combustible en el mercado negro, “se sabe que nadie compra combustible en los servicentros, y todo se consigue por la izquierda. No conozco a alguien que en este país no invente para poder sobrevivir. También todo el mundo sabe que gracias a los privados el transporte mejoró y si no fuera por nosotros la gente estuviera matándose en las paradas. Sin embargo, nos reclaman y no tienen el valor de reclamarle al Estado que no tiene carros para cubrir la demanda, y los pocos que hay en cualquier momento se desarman en la carretera”.

Pese a que las cifras oficiales de las nuevas tarifas hasta el momento no han sido informadas oficialmente, muchos transportistas han recalcado que, si les topan el precio, entregarán sus patentes, lo cual representaría un recrudecimiento en el transporte, un tema nada nuevo pero que amenaza con empeorar en medio de la crisis por la que atraviesa el país.