LA HABANA, Cuba.- El gobierno cubano alardea que el Caribe impidió que se alcanzaran los 24 votos necesarios para sancionar a Venezuela en la 48 Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), efectuada el pasado 5 de junio. Una efímera victoria pírrica. Sin embargo, omite que también se añadió una Declaración de apoyo al pueblo de Nicaragua fuera de la agenda prevista.
Si bien los países del Caribe han impedido la adopción de medidas severas hacia el gobierno chavista, su votación del pasado 23 de febrero varió un poco este 5 de junio. Los cambios de posiciones continuarán en la medida en que la crisis imposibilite a Venezuela mantener una asistencia económica, decaiga la colaboración de Cuba, y continúen las presiones de los países miembros de la OEA que promueven cambios en Caracas, encabezados por Estados Unidos.
Nicaragua se abstuvo en ambas votaciones, al tiempo que su presidente Daniel Ortega continuaba sus inflamados discursos de apoyo a Maduro, guiado por su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. Sin embargo, en su propio país, Ortega ha dejado que el caldeado ambiente político escale, y las conversaciones con la oposición, mediadas por la Iglesia Católica, siguen sin dar frutos.
Por su parte, la Declaración de apoyo al pueblo nicaragüense exige el cese inmediato de los actos de violencia, intimidación y amenaza, y llama a todos los actores políticos y sociales a que se abstengan de destruir la propiedad, el Gobierno, y a que demuestren compromiso y participen constructivamente en negociaciones pacíficas, incluido el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la celebración de elecciones libres. Establece además que el Grupo Interdisciplinario Internacional de Expertos Independientes (GIEI) realice una misión de observación electoral antes de las elecciones, y el fortalecimiento de las instituciones democráticas en Nicaragua. Así mismo, concluye la Declaración, invita a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que informe al Consejo Permanente sobre los resultados y conclusiones de la visita de trabajo, y que el Consejo Permanente siga ocupándose de la evolución de la situación.
República Dominicana, por su parte, cambió su voto de abstención, en febrero, a “a favor” de la Resolución sobre Venezuela, lo que sugiere el deterioro de las relaciones con Nicolás Maduro, después de que el presidente dominicano facilitara las conversaciones entre el gobierno y la oposición durante casi dos años. Uruguay modificó un a favor en abstención.
Surinam pasó de en contra a abstención, disminuyendo en uno la cifra de 5 que se había dado en febrero. Se mantuvieron Bolivia, San Vicente y las Granadinas, Dominica y lógicamente Venezuela. En las abstenciones hubo un incremento de 8 a 11, debido a la modificación de Surinam y Uruguay, y la participación de Antigua y Barbuda, y Granada, que se ausentaron en la anterior ocasión.
La mayoría de los países caribeños reciben la asistencia venezolana por su participación en el ALBA-TCP y Petrocaribe, y la colaboración médica, educacional y programas sociales realizada por Cuba, también con financiamiento de Caracas. Los pequeños y vulnerables países del área Caribe han sorteado la crisis económica de 2008 por las condiciones preferenciales del suministro de petróleo, con plazos de financiamiento de 25 años y una tasa de interés de alrededor del 1%.
Fundado por Hugo Chávez en 2005, Petrocaribe está integrado por 19 países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y Venezuela. Además, el gobierno cubano ha afianzado su influencia mediante la alianza Cuba-Caricom.
En la Resolución sobre Venezuela de este 5 de junio se declaró ilegítimo el proceso electoral concluido el 20 de mayo de este año, y se reafirma que sólo un diálogo nacional podrá alcanzar la reconciliación. Se reclama la necesidad de concertar las condiciones indispensables para un nuevo proceso electoral y resolver pacíficamente la actual crisis; se reitera la existencia de una alteración inconstitucional del orden constitucional, urge al gobierno a dar pasos para garantizar la separación e independencia de los poderes constitucionales y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional, el Estado de Derecho y las garantías y libertades de la población. Se solicita que el país permita el ingreso de ayuda humanitaria, reclaman a los Estados miembros a implementar medidas para atender la emergencia epidemiológica, incluyendo el suministro de medicamentos; y se solicita al Consejo Permanente a apoyar a los Estados Miembros receptores de un creciente número de migrantes y refugiados venezolanos.
La resolución viabiliza a los Estados Miembros y Observadores a implementar las medidas que estimen convenientes a nivel político, económico y financiero para coadyuvar al restablecimiento del orden democrático en Venezuela. Estados Unidos está ejerciendo amplias sanciones, pero la Unión Europea ha estado limitada por su legislación, y pudiera sortearla en virtud de ese pronunciamiento de la OEA.
La situación política y económica en Venezuela y Nicaragua continuará deteriorándose, en tanto que en Cuba las dificultades financieras y de abastecimientos en productos esenciales se ampliarán por languidecer a la ayuda de Venezuela, a la ineficiencia del totalitarismo, y a los embates de la naturaleza. El presidente Díaz-Canel viajó a Venezuela inmediatamente después de la reelección de Maduro, quien igualmente había sido el primero en visitarlo al reemplazar a Raúl Castro, y envía delegaciones a los países caribeños para sostener el indispensable apoyo.
