Inicio Cuba ¿Victoria de Playa Girón o abandono de Kennedy?

¿Victoria de Playa Girón o abandono de Kennedy?

Miembros de la Brigada 2506 prisioneros en Bahía de Cochinos (Foto de archivo)

LAS TUNAS, Cuba. – Este viernes se cumplen 58 años de los últimos disparos del encontronazo fratricida causante de la mayor cantidad de víctimas que sufriera la nación cubana. Los vencedores rotularon el éxito con el nombre de Playa Girón. Los vencidos llamaron a su tragedia Bahía de Cochinos.

Entre el 15 y el 19 de abril de 1961 se libró la contienda. Tal fue el encono entre los contendientes por la Revolución que Fidel Castro, que anteriormente había renegado del comunismo, por aquellos días, enterrando a sus muertos, admitió que lo era. Entre los días 17 y 19, 272 cubanos de ambos bandos perdieron la vida; pérdidas que equivalen a cuatro muertos por cada hora de batalla.

De esos cubanos muertos hace 58 años, unos murieron por heridas de bala, otros por fragmentos de metralla, otros ahogados al ser bombardeadas sus embarcaciones, y otros, nueve para ser exacto, murieron asfixiados, cuando ya prisioneros de los castristas, por incuria o por sevicia, quizás por la sumatoria de la dejadez criminal y el odio de sus captores, fueron encerrados herméticamente dentro del compartimiento de carga forrado de aluminio y madera contrachapada de un camión-tráiler.

En enero de 1960 el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Allen Dulles, presentó al presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, un programa de acción anticastrista, esquema con el que el presidente no estuvo de acuerdo, pidiéndole a Dulles un programa más “amplio”. Esa administración entendía que el gobierno de Fidel Castro en Cuba era nocivo para las relaciones de Estados Unidos con América Latina. Los años por venir darían razón a la administración Eisenhower, ¿no?

Aquel programa que Eisenhower pidió “ampliar” creció bajo la administración del presidente John F. Kennedy hasta conformar la Brigada 2506, que la madrugada del 17 de abril de 1961 llegó a Bahía de Cochinos, a última hora, con las alas recortadas.

En una conferencia de prensa celebrada el 12 de abril, Kennedy aseguró que en ningún caso se produciría una intervención en Cuba por parte de las fuerzas armadas americanas. “La cuestión básica no está entre Estados Unidos y Cuba, sino entre los mismos cubanos”, dijo Kennedy.

Y por supuesto, cuando en la Sesión Plenaria de la XX Asamblea General de la ONU, el ministro de Exteriores Raúl Roa García acusó al gobierno de Estados Unidos de ser el autor de los bombardeos a los aeropuertos militares de La Habana y Santiago de Cuba el 15 de abril de 1961, el representante de Estados Unidos vino a confirmar lo dicho por el presidente Kennedy: “era un asunto entre los mismos cubanos”.

Con esos antecedentes públicos y notorios, el lunes 17 de abril de 1961, a las cuatro y 45 minutos de la madrugada, Fidel Castro hizo una llamada a la base aérea de San Antonio de los Baños, ordenando que se pusiera al teléfono el otrora comandante del ejército constitucional y piloto de aviones caza entrenado en Estados Unidos, Enrique Carrera Rola, a la sazón jefe de escuadrilla. Según relata el propio general en sus memorias, Fidel dijo: “Carreras, en Playa Girón se está llevando a cabo un desembarco. Despeguen y lleguen allá antes del amanecer. Húndanme los barcos que transportan las tropas y no me los dejen ir.”

La escuadrilla de Carrera estaba compuesta por tres aviones, dos cazas Sea Fury y un B-26. Y según reiteró en diversos momentos Fidel Castro, “a pocas millas” de la costa de Playa Girón, “a bordo de buques de guerra norteamericanos, entre ellos el portaaviones USS Essex, estaba lista para desembarcar la infantería de marina de Estados Unidos con apoyo naval y aéreo”.

Vamos a ver. Un portaaviones de la Clase Essex, tripulado por 2600 marinos, estaba artillado con 12 cañones de 127 milímetros y transportaba de 80 a 100 aviones. Óiganme, un portaaviones de la Clase Essex, el Lexington, empleando su artillería y el escuadrón aéreo de abordo, destruyó más de mil (1000) aviones durante la Segunda Guerra Mundial.

Luego, ¿cómo Fidel Castro iba a ordenar al piloto Carrera que, con tres aviones, volara a Bahía de Cochinos y, antes del amanecer? “Húndanme los barcos que transportan las tropas y no me los dejen ir”.

¿Materialmente era posible para la fuerza de Fidel Castro destruir la Brigada 2506 si su retaguardia en Bahía de Cochinos hubiera estado protegida por un portaaviones de la Clase Essex? Si la vanguardia de la Brigada 2506, compuesta por infantería motorizada y paracaidistas hubiera tenido un sistemático apoyo aéreo… ¿Hasta dónde hubiera llegado? ¿Hubiera llegado la escuadrilla de Carreras a Bahía de Cochinos si sobre ella hubieran venido cazas desde un portaaviones?

Pero no hubo tal protección aérea para la Brigada 2506. Según el jefe de escuadrilla Enrique Carrera, al amanecer del 17 de abril, protegido por uno de los dos aviones que le acompañaban, primero lanzó sus bombas sobre un transporte de tropas, luego recuperó picada para descender otra vez sobre el barco, esta vez disparando “todos los cohetes que llevaba debajo de las alas”.

Así fueron hundidos el Houston, el Río Escondido, los transportes de tropas. Del hundimiento del Río Escondido, Carreras dice en sus memorias: “Hice un impacto directo en la bodega trasera del barco, donde tenían concentradas grandes cantidades de municiones, alimentos y gasolina. La enorme explosión también barrió con el remolque de comunicaciones con sus unidades en tierra, con el barco insignia”.

Así y todo, Fidel Castro admitió: “la victoria no se mide por el número de bajas enemigas, nosotros tuvimos muchas más bajas mortales que ellos”.

Los cubanos muertos al mando de Fidel Castro fueron 157. De la Brigada 2506 murieron 115 hombres y 1214 fueron hechos prisioneros. De ellos el presidente Kennedy dijo: “Ellos confiaron en mí. Y ahora están en la cárcel porque yo la regué de plano”.

Entonces, cabe preguntarse: ¿Fidel Castro ganó la batalla de Girón o Kennedy abandonó a su suerte a 1500 cubanos en Bahía de Cochinos?