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¿Viernes Santo o Victoria de Girón?

A las iglesias en Cuba ya no asisten tantos feligreses. Foto del autor

LA HABANA, Cuba.- La Semana Santa es la recordación anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, y aunque se conmemora por diversas religiones cristianas, en particular en la Iglesia Católica, es un período de intensa actividad litúrgica que comienza con el Domingo de Ramos, la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. La fecha de la celebración es variable, porque depende del calendario lunar; este año quedó ubicada en la semana del 14 al 21 de abril, algo que al parecer facilita el trabajo político de la dictadura cubana.

En la mayoría de los países latinoamericanos no se labora durante el Triduo Pascual, formado por el Jueves Santo, la última cena; el Viernes Santo, día de la muerte de Cristo, y el Sábado Santo, su tiempo en el sepulcro. En Cuba –por décadas–estos días pasaron por debajo de la mesa; pero en los años 2012 y 2013 se celebró –con carácter excepcional– el Viernes Santo, y después de la visita del Papa Benedicto XVI, en 2014, fue declarada una jornada feriada.

El diario Granma informó que era un día no laborable, algo que se había acordado en la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre de 2013, pero no hizo mención al carácter religioso de la fiesta. Muchas personas se preguntaban ¿por qué no se trabaja?, por lo que el gobierno se vio en la tarea de tener que hacer una aclaración al día siguiente en el periódico.

Como se conoce, después de 1959 se dejaron de celebrar las festividades católicas. No fue hasta 1998 que se restituyó la Navidad –el 25 de diciembre–, con motivos de la visita de Juan Pablo II a la Isla, que en esos momentos era Papa.

De forma general, durante décadas la fe católica quedó marginada en la sociedad cubana, al extremo que aquellos que la practicaban lo negaban en declaraciones oficiales –cuéntame tu vida– que debían hacer para obtener trabajo, y hasta para ingresar en la universidad.

En 1961, 136 sacerdotes fueron expulsados de Cuba, a bordo del buque español Covadonga, y entre ellos Monseñor Eduardo Bosa Masvidal, Obispo Auxiliar de La Habana, lo que constituyó un gran golpe a la influencia de la que gozaba la iglesia católica en la sociedad cubana. Esta acción dictatorial redujo a menos de la mitad la cantidad de clérigos que había para atender las iglesias de La Habana. Muy pocos cubanos en estos momentos se inician como sacerdotes.

La Iglesia Católica de Cuba llegó a ser un ejemplo en América Latina, sin embargo, en la actualidad, no debe tener como fieles practicantes más del 8% de la población. Las Iglesias en Cuba se ven vacías, y tampoco progresan las catequesis con los niños y jóvenes, o la incorporación de mujeres a los noviciados para monjas. Es como si la dictadura se hubiera salido con la suya y una parte del pueblo cubano hubiera perdido la fe en Dios.

Lo más triste es que los templos se destruyen y no hay posibilidades de arreglarlos, algunos resultan un peligro para los feligreses que los visitan, incluso se mantienen sucios.

Este año, la semana de receso escolar para estudiantes y trabajadores de la educación coincide, o la hacen coincidir, con la Semana Santa. Incluso, en este tiempo eucarístico, también se conmemora el 58 aniversario de Playa Girón, conocida también como la invasión a la Bahía de Cochinos, que se llevó a cabo entre el 17 y el 19 de abril de 1961. Al 19 lo llaman “día de la victoria”, y en esta ocasión tan “memorable efeméride” coincide con el Viernes Santo.

En el país hay un calendario de los días de asueto, en el que están considerados los Viernes Santos, pero no será ni necesario anunciar que el feriado de ese día se corresponde a la muerte de Cristo, porque la propaganda oficialista inunda los medios con la ya tan cacareada primera victoria sobre el Imperialismo en América Latina.

Estamos viviendo tiempos muy difíciles en Cuba, el régimen se prepara para llenar de odio –de nuevo– las universidades, los centros de trabajo y los barrios, activando las Brigadas de Respuesta Rápida debido a la situación económica, política y social por la que se está atravesando, lo que podría dar a entender que, en cualquier momento, esas personas que ya hablan y critican en la calle –no importan donde estén– comiencen a protestar en masa.

En mi opinión, sin embargo, el peor problema está vinculado a la agresividad que del pueblo, puesta de manifiesto en cualquier cola, parada de ómnibus, o por el mal servicio en hospitales, tiendas, restaurantes, etc. Esta es una situación social que tiende a agudizarse con la escasez de alimentos que estamos sufriendo; el grave problema del transporte, que no avanza; la falta de medios y medicinas en las diferentes instalaciones de Salud Pública, etc.

En una pugna entre guardar respeto y solemnidad por el Viernes Santo, día en que se oscureció el cielo y se rompió el velo del templo por la muerte de Cristo, o festejar la victoria obtenida contra la Brigada 2506 en Playa Girón. Pero como la dictadura tiene la fuerza y el poder, seguro ganará la fiesta de celebración por la derrota del Imperialismo.