Inicio Deportes 10 años sin Seve: un deportista único

10 años sin Seve: un deportista único

MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) –

Un 7 de mayo de hace 10 años (2011) falleció en su casa de Pedreña (Cantabria) Severiano Ballesteros. El gran Seve, un jugador mágico, admirado por todos, pionero para muchos, innovador y único, capaz de ver y entender un campo de golf como nadie.

Más de dos años de lucha contra un tumor cerebral terminaron mal aquella madrugada de sábado. «Su creatividad en un campo nunca podrá ser superada», dijo aquel día Tiger Woods. «Le llamaría el ‘Circo del Sol’ del golf», fue la reacción de Nick Faldo.

Aquella era semana de golf en el RCG El Prat de Terrassa (Barcelona), un torneo que se hizo duro de jugar, recordando al genio de Pedreña, cuyo último título fue su tercer Open de España (1995). En Madrid se disputaba el torneo de tenis:

«Ha sido de los mejores golfistas de la historia, un pionero, uno de los mejores deportistas de este país y una persona con gran espíritu de superación», dijo Rafa Nadal, amigo y admirador de un Seve que dejó huella en todo el mundo del deporte.

Ganador de dos Masters de Augusta (1980 y 1983), tres ‘British’ (1979, 1984 y 1988), cuatro Ryder Cup más otra de capitán y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, Ballesteros había puesto fin a su carrera en 2007. Un año después se le detectó el tumor que, tras cuatro operaciones, terminaría con su vida con solo 54 años.

UNO DE LOS MÁS GRANDES DEPORTISTAS ESPAÑOLES

El cántabro creció en una familia de mucho golf: su padre, sus hermanos, su tío, y en la playa desarrolló su gran habilidad desde niño. A los 15 años se emocionó en directo viendo a Gary Player en La Manga y unos meses después hizo su debut profesional.

El fenómeno Seve arrasó en Europa y avisó de su llegada al mundo con su segundo puesto en Royal Birkdale en 1976, con 19 años. En el Open Británico, un chico de un pueblo del norte de España liderando tres jornadas y peleando con Jack Nicklaus, historia andante del golf con 14 de sus 18 ‘grandes’ entonces en su palmarés.

El de Pedreña no tardó en estrenar el suyo, con títulos a pares en el Viejo Continente y conquistas por todo el mundo: Filipinas, Nueva Zelanda, Estados Unidos… Tres años después de Birkdale, en Royal Lytham, ganó su primer ‘major’. El primero también para el golf español, tirando de magia tras su estrategia de pegarle con todo desde el ‘tee’. El famoso campeón del aparcamiento.

Su mítico golpe desde el parking es uno de los muchos que se recuerdan. Su siguiente ‘grande’, recién cumplidos los 23 años, también lo ganó y sin rival en el Masters de Augusta, y con su segunda Chaqueta Verde, en 1983, se dijo aquello de que ‘Seve conduce un Ferrari y los demás un Chevrolet’ o ‘Seve da golpes que la mayoría ni llegamos a imaginar que se pueden dar’.

St Andrews, la cuna del golf, también se rindió al español en 1984 con ese puño al aire celebrando el ‘putt’ de la victoria. Otro capítulo trascendental, sus hazañas en la Ryder Cup, cambiando su historia con el triunfo de Europa en 1985. Un torneo al que dio una nueva dimensión y que sacó por primera vez de las islas británicas para llevarlo a España como capitán europeo en 1997.

Severiano Ballesteros cambió la historia de un deporte y marcó para siempre a quienes lo compartieron con él y a las generaciones de deportistas que nacieron bajo su inspiración. Todos le recuerdan y rinden un homenaje sin fin, tan sencillo como vestir de azul marino y blanco cuando hay que salir a batallar con 18 hoyos.