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20 años de una estrella histórica

   España hizo historia conquistando el Mundial de Guatemala ante Brasil

   MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) –

   Este jueves se cumplen veinte años del primer triunfo de la selección española en el Campeonato del Mundo de fútbol sala, el primero que no ganaba Brasil, un título pionero en el deporte colectivo nacional, que llegó mucho antes de que llegaran los éxitos en fútbol (2010), baloncesto (2006) o balonmano (2005).

   El equipo entrenado por Javier Lozano, actual presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala, arrancó aquel Mundial con mucha fuerza, adquiriendo confianza y goleando a Cuba en un partido que no tuvo historia (0-9) para el debut. En la segunda jornada, ante Irán, la victoria también fue cómoda aunque se encajaron los dos primeros tantos (2-7). Y para cerrar la fase de grupos, un 0-3 contra Argentina.

   Joan Linares y Daniel Ibañes se destacaron en la faceta anotadora con tres dianas cada uno, Javi Rodríguez también fue importante para abrir el marcador en el estreno y en el tercer encuentro, y otros como Paulo Roberto también comenzaron a dejarse notar. El engranaje fue perfecto y la clasificación a la segunda ronda, también. Nueve de nueve puntos y 19 goles a favor. Un bagaje intimidatorio para el resto de rivales.

   España, además, contó con el calor del público de Guatemala. Así lo explica uno de los campeones, Alberto Riquer, en el libro que años después escribieron todos los componentes de la selección: ‘El Origen de las Estrellas’. «Guatemala nos acogió desde el primer día como ‘su’ equipo porque aunque su selección participaba por primera vez en un Mundial se volcaron con nosotros». Sobre todo tras quedar eliminados en la primera fase y recibir 29 goles de Brasil, el futuro rival de la Roja.

   En la segunda fase, España volvió a firmar el pleno de triunfos con victorias ante Croacia, Portugal y Países Bajos. Sólo ante los lusos pasó algunos apuros (1-3) pero arrolló en sus otros partidos con 12 goles a favor. La apisonadora lo fue más que nunca para sentenciar su pase a semifinales -invicta en seis encuentros- y con un camino más asequible pues evitaba a Brasil hasta una hipotética final.

   La ‘canarinha’, que había ganado los tres Mundiales anteriores, el último precisamente ante España (6-4) en el Palau Sant Jordi de Barcelona, sería el rival en ese duelo por el primer escalón del podio porque antes, el equipo de Javier Lozano, tendría que derrotar a Rusia en unas durísimas semifinales que se acabaron 3-2 a favor de España.

   Paulo Roberto y Daniel Ibañes voltearon el gol inicial de los rusos y a un minuto del final -tras el tanto de Verzihnikov- llegó el milagroso 3-2 en botas de Daniel. El éxtasis arrastró a la selección española a una final que jugaría, cómo no, ante Brasil, la gran favorita al título. El duelo volvía a estar servido cuatro años después en Guatemala.

   LOS DOBLES PENALTIS DE JAVI RODRÍGUEZ

   La selección española tomó ventaja en el marcador a los dos minutos con penalti transformado por Daniel. El gol envalentonó a los brasileños que empataron a dos minutos del descanso con un taconazo de Anderson. El portero español Jesús Clavería también tuvo una destacada actuación, la cual permitió que -a escasos segundos del descanso- Javi Sánchez volviese a poner por delante a los suyos (1-2).

   Brasil -como si tuviese escrito el guión más cruel- volteó el electrónico con tantos de Manoel Tobias y Vander cuando apenas quedaban cinco minutos para el final, pero fue entonces cuando llegó la resurrección y los dos goles de Javi Rodríguez. «Lo tenía claro, había que empatar y así fue», explica el protagonista que logró el 3-3. «Los brasileños estaban cabizbajos, estábamos convencidos de la victoria, íbamos a por ella», relata Rodríguez en el libro.

   «A menos de un minuto llegó la oportunidad de ponernos por delante con otra falta a favor. Cogí el balón, me fui para el punto de doble penalti, puse el balón (oía por detrás a mis compañeros ‘Rodri, métela por tu madre’. Miré a Lavoisier, estaba bailando, supongo que para ponerme nervioso, pero a mí me gusta mucho el baile y él no lo sabía. Así que cogí carrerilla, chuté con todas mis fuerzas y 3-4. Quedaban 40 segundos pero no pudieron con nosotros. Sonó el pitido final».

   Aquella plantilla estaba formada por Jesús Clavería, Julio García Mera, Santiago Herrero, Antonio Adeva, Javier Oriol, Joan Linares, Javier Rodríguez, Kike Boned, Javi Rodríguez, Javi Sánchez, Paulo Roberto, Alberto Riquer, Luis Amado, Daniel Ibañes, Guillermo Martín y Ricardo Jiménez; y dirigido por Javier Lozano, como primer técnico, y Juan José Rodríguez Navia -‘Cancho’, como segundo.