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Alonso ya sabe que no ganará en Daytona

Volverá Fernando Alonso a Daytona en la última semana, regresará para disputar las 24 Horas con el objetivo de competir en una carrera de resistencia como preparación para su gran objetivo del año, las 24 Horas de Le Mans el próximo mes de junio en Francia. El asturiano marcó el mejor tiempo de su equipo, pero ya sabe que ganar en su categoría es poco menos que imposible en el óvalo de Florida porque los LMP2 como su LIgier, corren con restricciones europeas que les hacen mucho más lentos que el grupo de los DPi  como los Cadilac.

La última sesión del fin de semana en Daytona se disputó bajo el formato de clasificación que se utilizará el último jueves de enero, el inicio del fin de semana de las 24 Horas de Daytona. En este caso solo  solo se decide el orden de los boxes, pero ha servido también para comprobar que el monumental jaleo de especificaciones y categorías que corren juntas en Daytona, Alonso ha ido a parar a una sin apenas posibilidades de triunfo.

Desventajas abultadas

Los organizadores del campeonato de resistencia americano (IMSA) buscaron que la categoría no solo se llenase de coches con especificación LMP2  —como el Ligier de Alonso— , sino que buscaba su propia diferenciación con marcas involucradas alrededor de la especificación DPi —coches más reconocibles al estilo GT (deportivos)— , también es cierto que ninguno de los participantes se esperaba una desventaja tan abultada entre DPi y LMP2. 

Cada equipo presentó en la sesión de clasificación a su piloto más rápido y consistente, siendo Alonso el elegido por el United Autosports, cuyo Ligier número 23 comparte con Lando Norris y Phil Hanson. Alonso concluyó con su mejor vuelta de todo el fin de semana al bajar hasta un 1.37.515 que le situaba duodécimo entre los 20 prototipos en pista, firmando también el giro más rápido de los Ligier JSP217 del equipo United Autosports, en todo el fin de semana.

Restricciones europeas

Los coches englobados en la especificación Daytona Prototype (DPi) mostraron gran parte de su potencial y vapulearon a los LMP2 con sus restricciones europeas, acabando con las pocas esperanzas que alguien pudiera tener de ver a los LMP2 en la lucha. Felipe Nasr batió en más de un segundo la pole position de 2017 en un día en el que no había necesidad de hacerlo, consiguiendo un tiempo de 1.35.806, superando a Tristan Vautier,  Filipe Albuquerque, y Van der Zande, todos con Cadillac.

Tras ellos, aparecieron más coches con especificación DPi, los Acura de  Cameron y Ricky Taylor, el Nissan, de Pipo Derani o el Mazda de Harry Tincknell. Hay que llegar hasta la novena posición para encontrarse al primer LMP2, al Oreca del equipo de Jackie Chan pilotado por Alex Brundle, a un segundo y mediodel mejor tiempo. A Brundle le siguen los Oreca de Trummer y Simpson, con tiempos muy similares, llegando al Ligier de Fernando Alonso, ya en la duodécima posición a 1.7 segundos del mejor tiempo. Tras Fernando, el LMP2 de Daniel Juncadella, pilotado por Robin Frinjs, a casi dos décimas del asturiano.

El reto de conducir de noche

Así es la resistencia, así será también en Le Mans, donde la victoria en categoría absoluta LMP1 se decidirá entre tres coches de la misma marca, Toyota, y uno será el de Fernando Alonso. Porque el objetivo del asturiano es ganar en Le Mans y prepararse en Daytona, acostumbrarse a compartir asientos y reglajes con otros dos pilotos, lo más difícil para él, más que pilotar en un coche carrozado o durante la noche. “Hay muchos retos, el más fácil quizá sea conducir de noche. Será la primera vez que lo haga, pero el circuito está muy bien iluminado y al final entras en la rutina de la carrera y no creo que sea una dificultad enorme. Lo más difícil quizás será el tráfico, el correr en la misma pista con otras categorías.

Tendremos que adelantar muchos coches durante muchas vueltas y hay que preparar esos adelantamientos para no perder tiempo, ni tú ni el GT”, declaró el bicampeón del mundo de F-1. “Tienes que prepararte muy bien físicamente, también hidratarte muy bien. Son 24 horas en las que tienes que estar muy concentrado para no cometer errores. Has de trabajar con tus compañeros de equipo. Es un coche, reglajes, asiento que tienes que compartir entre tres. Cosas a las que tienes que adaptarte. Ellos también se adaptan un poco. Es el trabajo más fuerte que tengo de aquí hasta la carrera”.

Porque su gran objetivo para el año en curso es Le Mans “y después en 2019, hacer otro intento a las 500 Millas de Indianapolis”, en busca de esa Triple Corona que aúna las victorias en Mónaco, Indianápolis y Le Mans.