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Compromiso, talento y un tridente imprevisible para un ‘eléctrico’ Liverpool

Publicado 01/05/2019 10:28:59CET

MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) –

El Liverpool visita este miércoles el Camp Nou para enfrentarse al FC Barcelona en la ida de las semifinales de la ‘Champions’. Es la segunda temporada consecutiva que logra llegar a esta ronda y esto no es fruto de la casualidad y el azar, sino que es gracias a un bloque y un proyecto a medio-largo plazo liderado por Jürgen Klopp.

Los ingleses han logrado el equilibrio y la consistencia necesarios para los grandes torneos sin perder la alegría y la verticalidad. Van Dijk aporta seguridad a una defensa que antes vivía en la debilidad y el tridente formado por Firmino, Mané y Salah se convierte en la principal amenaza, tres delanteros a los que se les caen los goles y las asistencias. Y todo ello sostenido por un centro del campo solidario. En definitiva, compromiso y talento a partes iguales que intentamos analizar línea por línea.

1. Portería. Más tranquilidad y seguridad con el brasileño Alisson.

Tras los fallos de Karius en la final de ‘Champions’ de 2018 en Kiev ante el Real Madrid, Klopp pidió al entonces portero de la Roma Alisson, con el que parece haber logrado ese equilibrio y consistencia que hacía mucho que no tenía la portería del Liverpool. El brasileño, un portero muy ágil y de mucha seguridad, realizó grandes paradas en 2018 y en esta campaña ha sido baluarte defensivo, sin encajar gol en 20 de 46 partidos.

2. Defensa. Todos al ritmo que marca el ‘comandante’ Van Dijk.

Era una de las líneas en las que más sufría el equipo ‘red’ desde la época de los Carragher, Hyypiä, Agger o Riise. Y dieron con la tecla al fichar al holandés Virgil Van Dijk por 85 millones de euros, una cantidad exagerada en un principio para un central, aunque haber sido nombrado el mejor futbolista de la ‘Premier League’ esta temporada, además de un rendimiento espectacular, con una seguridad al corte aplastante, parece haberle dado la razón al técnico. Peligroso en el balón parado y con buen trato de balón.

Bajo el mando del ‘comandante’ Van Dijk, con más de 4.000 minutos en sus piernas, el técnico debe decidir por la experiencia del croata Lovren, rocoso central de la vieja escuela y poderoso por arriba, o por el camerunés Matip o por el inglés Joe Gomez.

En los laterales, juventud y valentía a partes iguales. Por la derecha jugará Alexander-Arnold, un puñal con mucha presencia en ataque y un físico prodigioso. El lateral izquierdo estará ocupado por Andy Robertson, de 25 años, que ha convencido a Klopp a base de esfuerzo y compromiso, además de una excelente visión de juego que le ha permitido dar 13 asistencias este año.

3. Centro del campo. Un ‘trivote’ para intentar frenar la mayor calidad azulgrana.

En el centro del campo es donde más variedad tiene Klopp, que debe decidir quienes son sus tres componentes para frenar la sala de máquinas azulgrana, que en esa zona es donde es más superior teóricamente que su rival. Jordan Henderson, extensión del alemán en el campo y capitán del equipo, parece fijo, y aunque no destaca por su gran destreza con el balón en los pies, su esfuerzo y talento para estar siempre bien colocado suplen sus defectos.

A partir de ahí, el resto es una incógnita. Klopp puede apostar por el veterano James Milner, curtido en mil batallas y que puede jugar bien por el costado e incluso de lateral izquierdo, mientras que el holandés Wijnaldum sería una opción coherente si atendemos a la esencia del Liverpool de Klopp, aportando más verticalidad y Fabinho también parece fijo para dar ese equilibrio y consistencia típicos de un partido de ida fuera de casa. Estos cuatro han sido los más usados por el técnico alemán en esta ‘Champions’.

4. Delantera. Un tridente poco predecible y solidario.

El Liverpool ha crecido gracias al peligroso, versátil y solidario trío que forman arriba Sadio Mané, Mohamed Salah y Roberto Firmino, eso sí menos ‘espectacular’ en ataque que el año pasado. En esta ocasión, es el senegalés el auténtico protagonista absoluto del ataque ‘red’ este año, eclipsando incluso al egipcio con 20 goles en la Premier. Él solo ha dinamitado defensas enteras, como en la fase de grupos ante el PSG, convirtiendo en juveniles a hombres como Thiago Silva y ha mejorado su movilidad por todo el frente del ataque.

Mo Salah sigue siendo ese extremo habilidoso y rápido, vital en las transiciones rápidas ‘a lo Klopp’, pero no está al mismo nivel que el año pasado cuando lideró al pentacampeón de Europa hasta la final de la ‘Champions’ y le peleó la ‘Bota de Oro’ a Leo Messi. Ha marcado 25 goles esta temporada, pero sólo cuatro en Europa, y llega en un buen momento.

El tridente lo completa el brasileño Roberto Firmino, seguramente el menos vistoso o mediático, pero sin duda el complemento perfecto. Siempre en el lugar perfecto, con buena capacidad de asociación con los compañeros que tiene al lado y también con gol en sus botas, aunque no es su principal virtud por sus dos compañeros de ataque.

Y todos ellos dirigidos por un Jürgen Klopp, un técnico carismático y que apuesta por un fútbol ‘eléctrico’ y siempre mirando a la portería contraria. Gracias a él, Anfield vuelve a latir con su equipo y a vivir los partidos con la misma pasión con la que el alemán los vive desde el banquillo. Podría alcanzar su duodécima final en su carrera, la tercera en cuatro años con los ‘reds’ tras la de 2017 de la Liga Europa, aunque sólo ha ganado tres y ninguna internacional. Esta eliminatoria ante el Barcelona será una gran oportunidad de demostrar que puede vencer a los grandes, para dejar de ser el ‘casi’.