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Diez momentos que nos dejaron los Juegos Olímpicos

Actualizado 24/08/2016 13:53:50 CET

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) –

Los Juegos Olímpicos, cuya XXXI edición acogió Río de Janeiro del 5 al 21 de agosto, siempre dejan imágenes para el recuerdo, tanto de la victoria como de la derrota, o por su simbolismo. Del gran número que suele haber, aquí dejamos diez que pueden servir para el recuerdo de estas dos semanas de competición.

1. Encendido de la antorcha.

Para muchos es el momento más especial de los Juegos y en el que siempre hay suspense sobre quien será el último relevista que prenderá la llama olímpica. El encargado de hacerlo fue finalmente el exatleta brasileño Vanderlei Cordeiro, bronce en el maratón de Atenas 2004, donde un aficionado se le abalanzó y le privó del oro.

2. Derrota de Phelps.

Michael Phelps se había retirado tras los Juegos de Londres, pero se lo pensó y participó también en Río de Janeiro, donde ganó seis medallas, cinco de oro y una de plata. El encargado de evitar que hiciese pleno fue el joven singaporense Joseph Schooling, que arrebató a su ídolo la victoria en los 100 mariposa.

3. Lágrimas de Djokovic.

Novak Djokovic se presentaba en Río de Janeiro como una de las estrellas de la cita y dispuesto a añadir la medalla de oro a su palmarés después de no haberla conseguido ni en Pekín ni en Londres. En ambas citas llegó a las semifinales y en la capital china se colgó el bronce, pero en Brasil el sorteo le emparejó con el argentino Juan Martín del Potro, que le eliminó en la primera ronda y provocó una imagen inusual en el de Belgrado: lágrimas y abatimiento por una derrota.

4. Caída del 5.000 femenino.

Posiblemente fue la imagen que representó el espíritu olímpico en los Juegos. Sucedió en las series de 5.000 metros femeninos y las protagonistas fueron la neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D’Agostino. La primera chocó con una rival y se llevó en su caída a la segunda, pero lejos de recriminarse la situación, se ayudaron la una a la otra para conseguir acabar la carrera y fundirse en un abrazo. Ambas recibieron el premio de ser recalificadas para la final.

5. Protesta luchadores mongoles.

El último día de competición en Río dejó una de las imágenes curiosas de la cita. Dos entrenadores de Mongolia se quitaron la ropa y lanzaron sus zapatos frente a los jueces después de que a su luchador Ganzorig se le negase la victoria por evitar el contacto con su oponente en los últimos segundos de un combate por la medalla de bronce.

6. Los refugiados.

Un equipo compuesto por diez refugiados participó en Río de Janeiro bajo la bandera olímpica y aunque no ganaron medalla, su participación levantó mucha expectación y elogios. Los sirios Ramis Anis y Yusra Mardini, el etíope Yonas Kindle; los congoleños Yolande Bukasa y Popole Misenga, los atletas de Sudán del Sur Yiech Pur Biel, James Nyang Chiengjiek, Anjelina Nada Lohalith, Rose Nathike Lokonyen y Paulo Amotun Lokoro también fueron protagonistas.

7. La piscina verde.

La piscina de saltos de trampolín de la cita fue objeto de críticas cuando se tiñó repentinamente de un extraño color verdoso que no impidió que se realizasen las pruebas. Al parecer, el problema fue un fallo en la combinación de productos químicos en el agua y se fue solucionando con el paso de los días.

8. Lavillenie.

El francés Renaud Lavillenie se prestaba a colgarse la medalla de oro en el salto con pértiga. Había superado los 6 metros y parecía que nadie le batiría hasta que apareció el joven brasileño Thiago Braz da Silva. El público se volcó con su atleta, que superó los 6,03 m por primera vez en su carrera, y dirigió su vociferio y silbidos hacia Lavillenie, en gesto poco deportivo que fue recriminado por el atleta. Este no pudo batir al local y en el podio no pudo evitar las lágrimas cuando los aficionados volvieron a mostrar su poca educación olímpica y deportiva.

9. Petición de mano.

En los Juegos hubo espacio también para el romanticismo y para las peticiones de mano como la que se produjo tras la ceremonia de entrega de medallas del trampolín de 3 metros femenino. La china He Zi, tras recibir la plata, fue sorprendida por su novio y Qin Kai, que se arrodilló ante ella y le ofreció una caja roja que guardaba un anillo de compromiso y una rosa. Días antes, la jugadora de rugby brasileña Isadora Cerullo aceptó también la de su novia durante la ceremonia de entrega de medallas.

10.El impulso final de Miller.

La bahameña Shauane Miller se llevó el oro en los 400 metros, batiendo a la favorita Allyson Felix, pero la manera en la que terminó consiguiéndolo demostró lo que significa ganar una medalla. En la recta final, la estadounidense apretó y, no se sabe si por el esfuerzo o un intento de ganar centímetro, la ganadora se lanzó de cabeza sobre la línea de meta para llevarse la victoria.