Todavía no sabe lo qué hará. No sabe Andrés Iniesta si pondrá esta temporada punto y final a una inigualable carrera en el Camp Nou emprendiendo una exótica aventura china o, tal vez, decida continuar un año más vestido de azulgrana. «Antes del 30 de abril tengo que tomar una decisión y la que sea será la más honesta», ha recordado el capitán azulgrana, explicando que «aún quedan unas semanas”. Tampoco tantas. Apenas seis semanas para perfilar su futuro, a pesar de que a finales del año pasado rubricó un contrato vitalicio con el Barça.
Pero el club azulgrana le deja al capitán las manos libres para tomar el rumbo que desee. «Hay dos opciones: seguir en el Barça o marcharme. No cambia nada del discurso que hice cuando renové», ha recordado el capitán del Barça, a quien la directiva solo acompañará en su decisión final. De él depende.
«El ‘esfuerzo’, entre comillas, ha merecido la pena. He forzado lo que tenía que forzar» (Iniesta)
De él dependía también poder jugar ante el Chelsea, a pesar de que parecía casi imposible cuando sufrió la lesión muscular contra el Atlético. «El ‘esfuerzo’, entre comillas, ha merecido la pena. He forzado lo que tenía que forzar. Estaba ya todo hablado. Tampoco era recomendable estar muchos minutos más en el campo. Al final, todo salió muy bien».
