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La penúltima gesta de Messi en el Barcelona

El Barça siempre tuvo un relato singular como club, especialmente significativo en jornadas como la de hoy, 1-O, desde que fue fundado por Gamper. También consiguió con el tiempo que el equipo mostrara un estilo único a partir de Cruyff y después de Guardiola. Nunca le faltaron tampoco futbolistas de la cantera ni extranjeros con la personalidad suficiente para dejar huella como Kubala, Cruyff, Maradona y Ronaldinho. Y ahora dispone del que aspira a ser proclamado como el mejor jugador de la historia: Leo Messi.

Hay quien sostiene incluso que Messi es la gran verdad del Barça y que, alrededor de sus goles, la entidad ha edificado de manera grandilocuente su liturgia sobre el ADN y la Masia y reforzado la leyenda del més que un club divulgada desde los años de Narcís de Carreras. El pequeño rosarino no habla catalán ni presume de la carga simbólica del Barcelona. No hay en el mundo, sin embargo, un jugador de club como Messi. A sus 30 años, desde los 12 en Barcelona, está a punto de renovar para acabar su carrera profesional en el Camp Nou.

No es un jugador populista, ni de falsas promesas, tampoco un enano, como le señalan con desdeño los gigantes, sino un delantero que se agranda con la pelota, virtuoso por excelencia, alejado de la épica, solo pendiente de la portería rival, incapaz de descansar ni siquiera cuando a los demás no les apetece salir al campo, un motivo que explica que se haya convertido ya en el tercer jugador que más partidos oficiales ha disputado con el Barça: 593, los mismos que Carles Puyol, ya solo superado por Iniesta (638) y Xavi (767).

“Puyi es una leyenda del club”, afirma Messi a EL PAÍS. “Como capitán siempre defendió esta camiseta con profesionalidad, valentía y sacrificio. Es de esos compañeros que cuando dejan el fútbol les echas de menos por todos esos valores que transmitían en la cancha”. Y, agradecido, responde Puyol: “Es un placer ver jugar a Leo y una suerte haber coincidido tantos años con él”, continúa. “Lo que más me gusta de él es ver cómo cada año sigue evolucionando, mejorando su juego, teniendo más registros”. Y acaba: “Es un ejemplo para todo el mundo. Un jugador que lo ha ganado todo, que podría relajarse, y sin embargo nunca tiene suficiente, siempre quiere ganar. Para mí, es el mejor de todos los tiempos”.

El registro de Messi ha provocado también la admiración de su entrenador, Ernesto Valverde: “Tiene una capacidad única para pulverizar récords, uno tras otro; unos de un tipo y otros de otro, lo supera todo. Es espectacular”. La temporada ha comenzado muy bien para el argentino, más cerca de la portería que nunca, máximo goleador del equipo con 12 tantos, mientras que Paulinho, Denis Suárez y Luis Suárez llevan dos —hay cuatro en la cuenta azulgrana que son en propia portería, el último, de Coates en Lisboa—.

El 10 azulgrana ha disputado todos los minutos en juego tanto en el Barça como con Argentina. Los compromisos con la Albiceleste le generan de momento más presión e incomodidad porque no encuentra el arco rival y su selección se juega la clasificación para el Mundial de Rusia en los dos próximos encuentros ante Perú y Ecuador. Sampaoli, el seleccionador, ya ha viajado dos veces a Barcelona y ha sido el primero que ha sido recibido por Messi en su casa de Castelldefels.

No hay más rastro del rosarino fuera del campo que las fotografías y su cuenta de Instagram, porque no habla en Argentina ni en el Camp Nou. La prensa catalana celebraba ayer que el jugador mostrara su semblante más sonriente cuando saludó al presidente Josep Maria Bartomeu. La plantilla se hizo la foto oficial de la temporada 2017-2018 y se reía Messi. No se sabe todavía cuándo se volverá a ver con el presidente para oficializar la renovación de un contrato ya aprobado por Jorge Messi, padre de Leo. Nadie tiene dudas del compromiso del delantero con el Barça.

Los cinco azulgrana con más encuentros

Puyol y Messi en 2009.
Puyol y Messi en 2009. Vicens Giménez

Xavi es el jugador que más partidos ha disputado con la camiseta azulgrana: 767. De ellos, 505 corresponden a la Liga y 157 a la Champions League.

Iniesta es el segundo en la clasificación, con 638 encuentros (417 en Liga, 126 en la Champions).

Messi y Puyol están igualados a 593 partidos, con registros muy similares. El defensa jugó 392 citas ligueras y 120 en Europa. El argentino acumula hasta ahora 388 encuentros en la competición doméstica y 117 europeos.

Migueli es el quinto en la lista, con 549 partidos.

La salida de Neymar ha aumentado el foco sobre el 10. Messi es hoy más decisivo que nunca en el Barça. Absorbe más el juego y remata más que nunca, tanto que ya amenaza el récord de Gerd Müller como máximo goleador de las grandes Ligas en Europa: el alemán totalizó 365 con el Bayern Múnich y Leo suma 357 con el Barcelona.

El protagonismo del argentino es tan notorio que los rivales disponen marcas individuales: lo hizo Machín con Maffeo en Girona y Jorge Jesus le puso muy encima la marca de Batista. “Un día me propuse hacerle un marcaje individual en un partidillo y me hundió en la miseria”, revela Puyol a Mundo Deportivo. Y la hinchada azulgrana jamás olvidará cómo el capitán azulgrana anuló a Figo en su regreso al estadio como jugador del Madrid.

Messi no marcó en Girona ni en Lisboa y, sin embargo, intervino en los cuatro goles, un motivo más para el inventario de quienes defienden que el éxito del Barça se explica por el 10. La tesis es desmentida por el entorno de Messi. A falta de sus palabras textuales alcanza con mirar la fotografía del podio del Balón de Oro de 2010 en el que figuraban Messi, Iniesta y Xavi, precisamente los tres jugadores que, con Puyol, llevan más partidos disputados con la camiseta del Barça.

Nadie honró más el 10 que Leo Messi.