MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) –
La selección de Rusia, entrenada por el español Ambros Martín, se ha colgado la medalla de bronce en el Mundial de balonmano femenino de Japón, después de vencer este domingo en el partido por el tercer puesto a Noruega (28-33), y conquista así su quinta presea mundialista.
De esta manera, la campeona olímpica se lleva su merecido premio a un campeonato espectacular, en el que solo ha perdido un partido de los diez disputados, precisamente en semifinales ante Países Bajos (32-33). Mientras, el técnico lanzaroteño consigue su primer gran éxito como seleccionador.
Todo ello a pesar de que el combinado escandinavo saltó a la cancha del Park Dome de Kumamoto más intenso, poniendo un 3-0 que parecía que dictaría la tendencia del encuentro. El dominio duró hasta el 7-7, a partir del cual las rusas remontaron para marcharse por delante al descanso (15-18).
Sin titubear, las de Ambros Martín fueron manejando su ventaja sustentadas por la espectacular actuación de la guardameta Viktoriia Kalinina, que fue capaz de detener 12 de los 38 lanzamientos a los que la sometieron las jugadoras noruegas.
Con el cerrojo bajo palos y con una defensa consistente, la lateral derecho Anna Vyakhireva se encargó de liderar el ataque ruso, al materializar 9 de sus 11 disparos a puerta para proclamarse, además, ‘MVP’ del partido.
Con ello, Rusia conquista su quinta medalla en un Mundial -desde la desintegración de la Unión Soviética, con la que lograron seis preseas-, la primera de bronce después de cuatro oros. Mientras, Noruega, que hace no mucho llegó a ostentar la ‘Triple Corona’ y que en 2017 fue subcampeona, deberá conformarse con la cuarta plaza.
