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Scaloni y el puente entre Racing y Deportivo – Notas de Fútbol

El Racing de Santander se hizo un hueco en el reciente Mundial de Catar cuando dos exjugadores suyos llegaron a las semifinales como entrenadores: Regragui con Marruecos y Scaloni con Argentina, ambos laterales derechos en su día y que además coincidieron en Santander en la temporada 2006-2007. La Scaloneta se hizo finalmente con el cetro mundialista, con lo que el exracinguista se convirtió en el segundo técnico más joven de la historia en lograrlo. No obstante, fue el Deportivo de la Coruña el club donde desarrolló la mayor parte de su carrera como jugador: permaneció siete años en Riazor, donde vivió los mayores éxitos en la historia del club blanquiazul. Principalmente, el título de liga conquistado en el año 2000.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces: cuesta creer que, no hace tanto, el Deportivo pelease por el campeonato y fuese habitual de la Liga de Campeones, mientras que el Racing era un competitivo equipo de primera división con el principal objetivo de permanecer en la máxima categoría y que también vivió alguna aventura europea. Hoy, el Deportivo pelea en Primera RFEF para regresar a segunda división mientras el Racing busca la permanencia en la categoría de plata para así dejar de alternar continuamente con el bronce.

Para asegurar su lugar de privilegio en la zona noble de la tabla, el Superdépor solía buscar entonces buenos fichajes en otros equipos de primera división con los que competir con Madrid y Barcelona, y el Sardinero fue uno de sus lugares de pesca predilectos. Por su parte, el Racing estaba siempre atento a descartes de los grandes con los que apuntalar su plantilla, como fue el caso del propio Scaloni. Estos fueron los jugadores más destacados que hicieron su Camino de Santiago particular entre Cantabria y Galicia.

Dudu Aouate

El mercado israelí fue propicio para el conjunto santanderino, pues de ahí llegaron Benayoun y Aouate. El portero ofreció un gran rendimiento en el Racing entre 2003 y 2006, por lo que el Deportivo lo fichó para sustituir al ya veterano Molina.

Francisco Liaño

No es exactamente el mismo caso al que nos referimos anteriormente, ya que el portero cántabro no llegó a destacar en el Racing, donde fue suplente de dos mitos del club como Pedro Alba y Ceballos. Buscó minutos en segunda con el Sestao, y, tras destacar con el club vasco, fichó por el Deportivo en 1991, donde asistió desde su portería al nacimiento del Superdépor de Arsenio Iglesias hasta 1996, llegando a ganar dos trofeos Zamora.

Lionel Scaloni

Habitual de la banda derecha, ya fuera como lateral o centrocampista, llegó a Riazor desde Estudiantes de la Plata en 1998 para ser durante ocho años un activo importante de la plantilla del club de La Coruña. Cuando se quedó sin sitio fue cedido al West Ham en el mercado de invierno de 2006, y en la siguiente temporada, ya rescindido su contrato con el club gallego, llegó al Racing donde fue un fijo para Miguel Ángel Portugal antes de fichar al año siguiente por la Lazio. No obstante, su mayor éxito estaría por llegar una vez colgara las botas…

Pablo Pinillos

Su caso se parecería más al de Liaño pero a la inversa: canterano del Deportivo, no se hizo un hueco en el primer equipo y se buscó la vida en el Toledo, Compostela y Levante antes de fichar por el Racing en 2005, donde sería su lateral derecho durante seis años entre los que vivió la clasificación para la UEFA y en los que terminaría siendo su capitán.

Gabriel Schürrer

Llegó al Sardinero procedente de Lanús en 1996 para ofrecer un gran rendimiento durante dos temporadas, por lo que el Deportivo lo fichó para reforzar el centro de su defensa. Fue un jugador importante en sus dos años en Riazor y conquistó el título de liga en el 2000, para después fichar por Las Palmas.

Jaime Sánchez

Ofreció un gran nivel en el Racing procedente del Real Madrid B. Tras un año de cesión regresó al Madrid en 1997, donde el centrocampista contó habitualmente para Heynckes y llegó a disputar unos minutos la final de la Liga de Campeones ante la Juventus. Tras perder protagonismo en su segunda temporada, con Hiddink y después Toshack en el banquillo, fichó por el Deportivo el año en el que se proclamó campeón de liga, pero no jugó con regularidad y al año siguiente regresó al Sardinero, donde estuvo una temporada en su segunda etapa como verdiblanco, no tan brillante como aquella.

Juanma Delgado

De esos fichajes que no hacen mucho ruido pero resultan muy efectivos: llegó a Santander en 2001 procedente del Salamanca, cuando el Racing había descendido, para volver a primera al cabo de un año con Quique Setién en el banquillo y ser un fijo durante cuatro años como central y ocasionalmente como lateral zurdo. Después ficharía por el Deportivo, donde no tuvo tanto protagonismo.

Javi López

Procedente del filial madridista tras una fructífera cesión en el Leganés, llegó a Santander con la complicada tarea de sustituir a Luis Fernández, el Maldini de Cayón, que fichó por el Betis. Cumplió sobradamente durante dos temporadas por lo que el Deportivo se fijó en él para reforzar su lateral izquierdo, pero no contó para Irureta.

Aldo Duscher

Al igual que Scaloni, este centrocampista argentino de rompe y rasga fue importante en el Superdépor durante muchos años, desde 2000 hasta 2007, tras lo que fichó por el Racing donde dio un gran rendimiento en su única temporada, lo que le valió para revalorizarse y fichar por el Sevilla.

Víctor Sánchez

Tras ser importante en el primer equipo del Madrid con Fabio Capello y perder protagonismo después con Heynckes, fichó por el Racing en 1998, que pagó por él cerca de 500 millones de pesetas. Su fichaje no pudo ser más rentable: desde la banda derecha de Los Campos de Sport jugó una magnífica temporada en la que marcó 12 goles, para venderlo al Deportivo un año después de su llegada por el doble de lo que costó. En Riazor estuvo siete temporadas, siendo un fijo en el equipo y alcanzando la internacionalidad, aunque sus registros goleadores en un solo año no volvieron a ser los mismos que en el Racing.

José Emilio Amavisca

Después de ser, con permiso de Raúl, la revelación de aquel título de liga de Valdano en el Madrid, de formar la célebre dupla con Zamorano y de ser parte del equipo blanco durante cinco años, regresó a su tierra para fichar por el Racing en 1999, donde ofreció un gran rendimiento durante dos años. En el primero fue el socio perfecto de aquel ataque con Munitis y Salva, cuando este último consiguió el único trofeo Pichichi del club cántabro. Pero en el segundo, ya sin ambos, el Racing descendió y fichó por el Deportivo, donde recorrió su banda izquierda durante tres temporadas.

Javier Manjarín

Canterano del Sporting, fue parte importante del nacimiento del Superdépor y disputó la Eurocopa de 1996 con España. Tras seis años en La Coruña fichó por el Racing en 1999, al igual que Amavisca, y estuvo dos años en Santander. Tras el descenso del equipo se lanzó a la aventura mexicana con el Atlético Celaya y el Club Santos Laguna.

Pedro Munitis

Imposible entender al Racing en primera división sin la figura de Pedro Munitis: el canterano verdiblanco tardó en hacerse un hueco en el primer equipo, cesión al Badajoz mediante, pero cuando lo hizo fue imparable. El cénit fue aquella temporada 1999-2000 en la que formó ataque con Salva, ganando en el Bernabéu con exhibición suya incluida y haciéndose un sitio en la Eurocopa del año 2000, donde provocó las pesadillas de un tal Lilian Thuram. El Madrid se lanzó a por su fichaje y tuvo sus momentos, especialmente en la primera temporada, pero la competencia de los Galácticos impidió que tuviera más minutos. Tras dos años regresó cedido al Racing, donde se reencontró con la titularidad, y fichó por el Deportivo tras recibir la carta de libertad del Real Madrid.

Tras no jugar mucho en su primera temporada con Irureta, ganó protagonismo en la segunda, y en la tercera y última fue un fijo para Caparrós antes de volver una vez más al Racing, tras un acuerdo en el que Aouate y el canterano racinguista Antonio Tomás, centrocampista, llegaron a Riazor. Una vez de vuelta en El Sardinero, Munitis formó otra célebre pareja de ataque: el dúo sacapuntos junto al gigante Nikola Zigic.

Dmitri Radchenko

Procedente del Spartak de Moscú, Radchenko inició junto a Popov en 1993 la tradición rusa en el Racing de los noventa, a la que también se podría sumar al bielorruso Zigmantovich, igualmente llegado ese año. Los tres dieron un gran rendimiento en Santander, y Popov y Radchenko jugaron además el Mundial de Estados Unidos en aquella época. Tras un buen número de goles que ayudaron al club a asentarse en primera, Radchenko fichó dos años después por el Deportivo de Toshack, pero no se consolidó en un equipo en el que el 9 era propiedad de Bebeto. Tras una temporada en La Coruña inició un periplo que lo llevó por Rayo Vallecano, Mérida o Compostela.

Los mencionados no fueron los únicos que vistieron ambas camisetas, las de Racing y Deportivo, en aquellos años: también lo hicieron Ramis, Bodipo, Rubén Castro, Momo, Ayoze, Arizmendi, Pablo Álvarez o Xisco.