El absentismo laboral sigue siendo una de las asignaturas pendientes del mercado de trabajo español. La gran crisis suavizó las cifras, pero la recuperación económica ha vuelto a disparar las tasas de ausentes al trabajo. La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo ya adelantó la subida gradual del absentismo en el último lustro; Adecco lo ratificó en un informe que alertaba de que las bajas laborales por enfermedad se dispararon el pasado año un 5,3%, alcanzando su máximo histórico en España, por encima incluso de las registradas antes de la crisis económica y con un coste cifrado en 85.140 millones de euros. Ahora ha sido la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) la que ha vuelto a poner el dedo en la llaga.
Según constatan en un informe dos profesoras de Economía y Empresa, Mihaela Enache y Mar Sabadell, con datos de Randstad, en 2018 hubo 753.000 asalariados que no acudieron a trabajar en todo el año, con un incremento de 52.000 personas con respecto a los contabilizados en 2017. De ellos, 263.000 se ausentaron sin permiso y sin presentar ninguna justificación de baja.
Esta cifra –basada en un estudio elaborado por Randstad con datos referenciados al último trimestre de 2018– supone un problema que afecta directamente a la productividad empresarial, además de «generar una sobrecarga para el resto de la plantilla» y, por tanto, «una disminución de la calidad laboral».
El informe intenta explicar las causas directas de la ausencia injustificada de miles de trabajadores. Sabadell cree que «el absentismo no es ajeno al progresivo aumento de los riesgos psicosociales y al estrés laboral y de los trastornos de una sociedad cada vez más digital». El estudio apunta que los motivos del absentismo no justificado se pueden situar «en torno a distintas variables relacionadas con la imposibilidad de tener una conciliación de la vida laboral y familiar, falta de motivación, baja satisfacción laboral, poca integración y adaptación, un clima laboral hostil y el desgaste profesional».
La patronal empresarial CEOE cifró el ultimo año en 6.900 millones de euros los gastos por incapacidades temporales, un aumento del 9,67% con respecto al año anterior y la mayor cifra en los últimos cuatro años. El coste total del absentismo por incapacidad temporal –según los datos barajados por Adecco citados en el informe– ascendió el año pasado a 85.140 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,02% interanual. De ellos, el gasto en prestaciones económicas ascendió a 4.498 millones de euros; el coste directo para las empresas fue de 6,900 millones, y el coste de oportunidad, en términos de producción se elevó a unos desmesurados 70.741 millones.
