La plaza Sant Jaume de Barcelona ha acogido una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en defensa de la unidad de España y en contra del secesionismo. Con el lema Es la hora de que se escuche a la España silenciosa, varias plataformas ciudadanas han pedido a miles de catalanes desplazarse ante los consistorios vestidos con banderas españolas y sin signos de ningún partido político.
La manifestación se inició en la Plaza Urquinaona y transcurrió de forma pacífica hasta la Jefatura Superior de Policía de Barcelona donde se gritaron consignas en favor de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Posteriormente, parte de los manifestantes se trasladaron hasta la plaza Sant Jaume, sede de la Generalitat de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona, donde llegaron unas 3000 personas enfundadas en banderas españolas y gritando proclamas a favor de la unidad de España, el Estado de derecho y en contra del proceso soberanista catalán y el referéndum ilegal.
Muchos ciudadanos no pudieron acceder a la plaza al encontrarse abarrotada y pasearon sus banderas por las calles adyacentes de forma festiva y reivindicativa.