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Boicot total y absoluto a «La Sexcta» televisión, o hasta que el destino nos alcance

Por José L. Román.- Dentro de mes y medio se cumplirá el primer aniversario del asesinato en la provincia de Teruel de dos guardias civiles y un ganadero, Víctor Romero Pérez, Víctor Jesús Caballero Espinosa, y José Luis Iranzo, a manos de uno de esos malnacidos que atraviesan nuestras fronteras como Pedro por su casa, y que ponen en evidencia el estrepitoso fracaso de la costosísima e insostenible Unión Europea.

Pues bien, a estos tres crímenes execrables y por tanto inolvidables, hay que sumar otros dos asesinatos que han tenido lugar hace escasamente unos días, y sobre los que como de costumbre se tendera lo antes posible un tupido velo. Trágicos sucesos con resultado de muerte, con tratamientos y titulares muy diferentes, ocupaban las portadas de los periódicos y abrían los telediarios. En la provincia de Granada era asesinado el guardia civil don José Manuel Arcos Sánchez, y en la de Badajoz, el guardia civil don Juan Francisco Lozano Díaz.

Este último crimen me lleva de nuevo a rendir otro humilde pero sentido homenaje. Un homenaje de admiración y respeto a un guardia civill de 50 años de edad, salvajamente acuchillado cuando tras identificarse como agente de la Benemérita quiso mediar en el transcurso de una reyerta.

El «okupa» del Estado claudica ante sus socios

Sería injusto por mi parte no resaltar algo muy importante. Lejos de lo que han lanzado los titulares de prensa, como una consigna cargada de intención, la actuación de Juan Francisco Lozano, destinado en la provincia de Guipúzcoa pero pasando unos días de descanso en Don Benito, pone de manifiesto dos cosas: 1ª.- Que la Guardia Civil está siempre de Servicio a cualquier hora y en cualquier punto de nuestra geografía, y, 2ª.- Que si tenemos en cuenta lo anterior, y ante una puntual situación de riesgo para la vida de las personas -como en el caso que nos ocupa-, Juan Francisco no tuvo inconveniente en interceder para poner paz en la contienda, aun con riesgo de su propia vida. Esta es la realidad en la vida de todo guardia civil, actuar fiel a su juramento, con arreglo a la ley, y con lealtad a la misión que su Majestad el Rey les ha confiado. Descanse en paz por tanto, y mi más sentido pésame a su familia, amigos, vecinos y compañeros.

La situación es más que preocupante. Cuando todavía está caliente la sangre inocente derramada por Juan Francisco Lozano, y en nuestra memoria y en nuestro recuerdo están también las víctimas del desmadre que se nos impone, resulta que el okupa de la Moncloa y sus socios golpistas y terroristas acuerdan suprimir el artículo 504 del Código Penal vigente, al objeto de despenalizar las vejaciones, los insultos y las injurias contra militares y agentes de las FCSE.

¿Es momento de reaccionar ante este estado de cosas?

No quiero pasar por alto dos apuntes que considero de suma importancia. Por una parte, la claudicación del okupa de la Moncloa ante sus socios forzando a la Abogacía del Estado a retirar el cargo de rebelión contra los responsables del golpe de estado en Cataluña. Y, por otra parte, la exhibición de un hijo de puta con pintas verdes en el lomo, alimentado por las empresas que insertan en televisión la publicidad de sus productos, sonándose los mocos públicamente con una bandera nacional española ante el silencio cómplice de las más altas magistraturas del Estado, en un siniestro programa de la siniestra, putrefacta y maloliente cadena de televisión conocida por la “La Sexcta”.

Y por si lo expuesto anteriormente no fuese suficiente para poner de manifiesto la preocupación a la que hacíamos referencia, resulta que cinco individuos de una banda de criminales de las que pululan libremente por nuestra geografía, supuestamente provenientes de países del este de Europa, encapuchados, armados con cuchillos, y con una agresividad que tiembla el misterio, asaltaban un domicilio particular en El Escorial con sus moradores dentro, desvalijando la casa de todos sus objetos de valor y llevándose secuestrado al padre de familia.

Si todo esto ha tenido lugar en sólo 48 horas, y todo apunta a que el panorama lejos de mejorar empeora, díganme, ¿es momento de reaccionar ante este estado de cosas, o vamos a seguir con la galbana hasta que el destino nos alcance?

¿Es lógico que el Gobierno tenga como objetivo indultar a los golpistas?

¿Qué ha hecho “la casta” política de este país además de matar nuestra capacidad de reacción ante el hecho de ver pisoteados nuestros derechos más elementales? ¡Nada! Ver como aumentan de forma alarmante los asesinatos y las agresiones en la vía pública a plena luz del día. La pornografía infantil, la pederastia y la pedofilia aumentan por días. La impunidad y la pasividad judicial con delincuentes multirreincidentes, es a todas luces vergonzosa. La nación está siendo dirigida y gobernada por golpistas desde la cárcel, y aquí nadie hace nada para impedirlo. Y, los terroristas más sanguinarios condenados a miles de años de prisión, están siendo excarcelados por el Gobierno como una afrenta, vejación y escarnio de las víctimas del terrorismo.

¿A qué obedece todo este estado de cosas? ¿Es lógico que el Gobierno tenga como objetivo indultar a los golpistas? ¿Cómo se puede excarcelar a terroristas responsables de cientos de asesinatos, en nombre de la ley y la justicia que ustedes nos han traído? Díganme, ¿qué pasaría, señor político, señor juez, o señor fiscal, si fuese su madre de usted la atacada y asesinada por cualquier asesino callejero? ¿Qué coño está pasando aquí? ¡Basta ya!

Ustedes, que en nombre de la democracia conforman un Parlamento y se embolsan cuando menos 6.000 euros mensuales

Si el objetivo de la democracia es la libertad real, y la libertad real origina derechos, por encima de todos los derechos y de todas las libertades formalistas y hueras, están el derecho a la vida y el derecho a vivir en paz. Si ustedes, que en nombre de la democracia conforman un Parlamento y se embolsan cuando menos 6.000 euros mensuales, resulta que se ciscan en el Estado de Derecho y son cómplices del golpe de Estado que se está fraguando desde las entrañas mismas de ese mismo Parlamento; y si las más altas magistraturas del Estado no mueven un solo dedo ante los delitos de alta traición que el mismo Gobierno está llevando a cabo, entonces, están admitiendo, no sólo un más que probable enfrentamiento civil en Cataluña, sino que este Gobierno y sus socios nos lleven hasta una situación límite, en la que el pueblo salga a la calle a tomarse la justicia por su mano.