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Cargos del PPC temen que el partido desaparezca del Parlament si se repiten elecciones

El PP catalán sigue tiritando por los resultados de las elecciones del 21-D, que lo arrojaron al grupo mixto con solo cuatro diputados. «Tenemos tantos escaños como la candidatura de Joan Laporta en el 2010. En la Comunidad Valenciana, donde se requiere el 5% del total de votos para tener representación parlamentaria, y no como aquí, donde basta el 3%, nos hubiéramos quedado fuera [el PPC obtuvo el 4,2% de los sufragios]», se fustiga un cargo popular. Pero es que a ese lamento se añade un temor compartido por numerosos dirigentes: «Si se repiten las elecciones autonómicas, corremos mucho riesgo de desaparecer [de la Cámara catalana]».

Por culpa de Xavier García Albiol, por la acción u omisión del Gobierno central, por el empuje que recibió Ciutadans al ser situado por las encuestas en el primer puesto… Unas voces ponen más énfasis en una causa que en otra, pero todas coinciden en que unos comicios en mayo o junio podrían ser más demoledores para sus intereses. «Ciudadanos está disparado en Catalunya y el resto de España y al PP le espera un año muy difícil, porque al tema indepedentista hay que añadir que la ‘Gürtel‘ y otros juicios por corrupción seguirán dando que hablar», advierte otro cargo popular. Y concluye: «Una repetición electoral tan pronto no daría tiempo para rearmarse al partido cuando ni siquiera ha dimitido Albiol, aunque el problema no es solo de candidato».

Tijeretazo en la plantilla

El varapalo ha sido tan duro que la preocupación alcanza a todos los ámbitos organizativos. Hay quienes hacen cábalas sobre cómo se las apañará la dirección para reubicar a varios candidatos que quedaron fuera del Parlament, y hay quienes también se preguntan qué pasará con algunos trabajadores (administrativos, asesores, secretarios, contables…) cuando haya que apretarse el cinturón porque los ingresos disminuirán considerablemente en proporción a la caída electoral. «En la estructura provincial de Barcelona hay en plantilla al menos unos 25 empleados, al margen de políticos. Ya veremos qué ocurre», avisa un dirigente. En los últimos años el PP ya ha tenido que sacar la tijera otras veces en su propia casa.

Quien sí está claro que tendrá que hacer mudanza es el propio Albiol. El todavía líder de los populares catalanes le presentó la dimisión a Mariano Rajoy nada más conocerse los resultados del 21-D, pero la cúpula de la madrileña calle de Génova prefiere esperar a mover ficha hasta ver qué pasa definitivamente en el Parlament y el Palau de la Generalitat. En todo caso, Albiol puede dar casi por seguro que no podrá repetir como senador por designación autonómica porque con la futura Cámara quedará con altísima probabilidad fuera del reparto. Tampoco se sabe si optará por mantenerse en el escaño, pero la quiniela más repetida entre sus compañeros es que se postulará de nuevo como candidato a la alcaldía de Badalona en las municipales del 2019. «Solo hay que ver sus últimas intervenciones en Twitter, la mayoría son sobre Badalona. En esa ciudad él puede pensar que los votantes que se fueron a Cs volverán al PP porque ya lo conocen a él como alcalde en el mandato anterior», afirma una fuente del partido.

Entre Fernández y Montserrat

Las otras apuestas internas se mueven en torno a los nombres mejor situados para ponerse al frente del partido. La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el portavoz parlamentario del PPC en la anterior legislatura, Alejandro Fernández, que reeditó el escaño por Tarragona en el tiempo añadido, siguen siendo los que suenan con más fuerza. Aunque hay dirigentes que reclaman un congreso extraordinario, otros dan por hecho que «la decisión la tomará Madrid» y que el nombramiento se hará en una junta directiva, como se hizo en Euskadi con Alfonso Alonso en el 2015. Y, por supuesto, todo ello condicionado a lo que ocurra en el Parlament los próximos días y semanas. Si no se repiten las elecciones, Fernández ganaría enteros dado que su presencia en la Cámara catalana le daría visibilidad, y tampoco es que Montserrat tenga muchos alicientes. «Ella ahora juega en Champions. Venir aquí sería otra cosa», avisa un dirigente.