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Carles Puigdemont y Marta Rovira preparan un segundo golpe de Estado

Carles Puigdemont y Marta Rovira
Carles Puigdemont y Marta Rovira

Carles Puigdemont es especialista en tomar el pelo a Mariano Rajoy, al Estado español y a los catalanes. La trayectoria del expresidente está marcada por burlar a las instituciones españolas… desde la policía, Guardia Civil, CNI, ministerio de Eduación, pasando por la monarquía y, por supuesto, al Gobierno de Mariano Rajoy.

Las famosas «no respuestas» a los requerimiento del Gobierno sobre si había proclamado o no la república, hasta la burla al CNI que propició escapar de la justicia española o el burdo retorcimiento del lenguaje y de la interpretación de las leyes que -casi con toda probabilidad- propiciarán que Puigdemont sea el primer presidente virtual del mundo, todo vale para reirse de España y de los catalanes. El conocido rebaño de estómagos agradecidos y mediocres intelectuales le acompañan en este viaje a ninguna parte. Puigdemont se carcajea de todos desde Bruselas y continúa buscando nuevas e imaginativas fórmulas lingüísticas que le permitan insistir en su república catalana.

Carles Puigdemont tiene la vida resuelta gracias al Estado español

Fuentes cercanas al entorno de Puigdemont en Bruselas han asegurado que el expresidente catalán está muy tranquilo, entre otras cosas, porque el propio Estado español le ha asegurado un sueldo vitalicio. Por ahora, según figura en el apartado de Transparencia de la web de la Cámara autonómica cobra mensualmente unos 2.871’57 euros mensuales.  A lo que habría que añadir, los ingresos que provienen para pagar a abogados, dietas y residencia en Bruselas cuyo origen todavía no está muy claro. Pero que podría incrementarse considerablemente cuando Puigdemont decida reclamar su sueldo vitalicio de expresidente.

Carles Puigdemont ha demostrado que Cataluña le importa únicamente en la medida en la que él pueda seguir cobrando y gobernando. La está destruyendo social, política y económicamente pero todo vale con tal de ser el presidente de la república del 3% y conseguir una fortuna que iguale a la de sus predecesores en el partido: Pujol y Mas.

Marta Rovira, el brazo tonto del procés

El expresidente sedicioso es consciente que lidera un proceso independentista suicida para quien viva y dé la cara en Cataluña. Sin embargo, no será para quien consiga burlar al Estado español. Puigdemont cree que lo puede conseguir gracias a la debilidad del Gobierno  y a la impagable ayuda de su TV3, radios, redes sociales, diarios concertados y webs afines que lo intentarán elevar al grado de mártir de la repúbica como lo fue Lluís Companys.

A Carles Puigdemont le gusta negociar con Marta Rovira. Sabe que la republicana carece de inteligencia política, es emotiva y fácilmente manipulable. Es por ello que, fuentes cercanas al expresidente, aseguran que Carles Puigdemont y Marta Rovira estaría planeando un segundo golpe de Estado. Los nacionalistas lo denominan la «definitiva implantación de la república» que consistiría en burlar el 155, a la justicia y al Gobierno español. La forma de hacerlo, según Puigdemont, no «es un camino sencillo pero tampoco imposible». Para ello, simplemente necesitan retorcer -con lo que ellos denominan «inteligencia»- el lenguaje y la interpretación de las leyes. El supremacismo de Puigdemont ha convencido a Marta Rovira para hacerle ver que «la república es posible, es realista y es democrática».

El segundo golpe de Estado está en ciernes. Marta Rovira será la designada para ejecutar el plan de Puigdemont y quien dé la cara ante el Estado español. Ahora sólo falta que la Justicia actúa con rapidez, diligencia y eficacia y que Mariano Rajoy lo haga con firmeza y sin complejos. Algo que no parece fácil.