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Carlos I de Castilla y de Cataluña y Aragón, y otros adoctrinamientos de los libros de texto catalanes

El sindicato de profesores AMES ha elaborado un informe en el que denuncia el alto grado de adoctrinamiento de los estudiantes catalanes a través de los libros de texto. El sindicato, con sede en Barcelona, ha analizado los libros de texto de la asignatura «Conocimiento del medio» del segundo ciclo de Primaria de las siete principales editoriales que operan en Cataluña y los ha comparado con los de las editoriales de mayor difusión de la Comunidad de Madrid.

La investigación ha revelado que se han encontrado numerosos planteamientos ideológicos partidistas, es decir «planteamientos que solo son defendidos por determinados partidos políticos, que lo hacen aunque no sean planteamientos acordes con nuestra constitución», según ha denunciado el sindicato AMES.

De esta forma, los alumnos catalanes de 5º y 6º de Primaria están recibiendo comentarios e informaciones parciales sobre la existencia de Cataluña. Un claro ejemplo del uso partidista de la educación es que en uno de los libros de texto sobre Historia, la asignatura se centra exclusivamente en la historia de Cataluña, desde la Prehistoria hasta la Edad Media, mientras que a España como tal no se le dedica ni una sola página. Todo el texto se dedica a lo que pasó en Cataluña en cuanto a símbolos, formas de vida y progreso del arte.

En otro de los textos se dice que los romanos entraron en el territorio catalán en el año 218 a.C. y lo fueron ocupando militarmente, poco a poco. Esto propicia la idea de que Cataluña ya existía y fue invadida, cuando en realidad en aquella época no existía en absoluto el concepto de Cataluña.

Los texto sesgados sobre la historia de Cataluña se suceden en casi todos los libros de texto y, en general, se habla de la Corona catalanoaragonesa, lo cual, es un invento de algunos historiadores independentistas, según el sindicatos AMES, ya que lo que existió fue el Reino de Aragón, que es lo que recogen todo los escritos de aquella época. De esta forma, en lugar de decir Reino de Aragón dice “Corona catalanoaragonesa”. Además, en lugar de decir Carlos I de España y V de Alemania dice Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón. Esto, además de inventarse una entidad política nueva que denomina “Cataluña-Aragón”, es un ejemplo más de los enormes esfuerzos que hacen los autores para no decir “España” y así evitar que nadie conozca su existencia.

En la historia contemporánea también el independentismo tergiversa la realidad. En uno de los libros de texto se muestra una foto de Macià en el balcón del Palacio de la Generalidad dirigiéndose a los ciudadanos, y se omite que en ese momento, el 14 de abril de 1931, lo que Macià está haciendo es proclamar la República Catalana, incumpliendo así las leyes vigentes, dado que hasta el 9 de diciembre de 1931 no se produciría la aprobación de la Constitución Española de 1931, en la que se estableció a España como República.

Sobre la organización territorial de nuestro, los libros de texto catalanes «se olvidan» de que Cataluña forma parte de España, y en algunos de los texto revisados se presenta la organización de Cataluña con sus características identitarias sin ninguna referencia a España ni a la lengua española. Al referirse a las instituciones de gobierno, solo se hace referencia al “Parlament”, al “President del Govern” y al “Govern”, sin ninguna referencia al Congreso de los Diputados, ni al Rey ni al Gobierno de España. Sorprendentemente, se dice que Barcelona es la capital de Cataluña, de la misma forma que se podría decir que París lo es de Francia.