La reacción del presidente del PP, Pablo Casado, al anuncio del Gobierno tras el fallo del Tribunal Supremo sobre las hipotecas, ha sido rotunda. Una vez conocidos los cambios legales que afectan al Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), el líder del PP aseguró que su partido impulsará una «revolución fiscal» para reducir los impuestos de la renta y sociedades y suprimir los del patrimonio, donaciones, sucesiones y actos jurídicos documentados.
Tras conocerse el martes la sentencia del Tribunal Supremo que establece que sea el cliente quien abone el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) al firmar una hipoteca, Casado avanzó que su proyecto se basa «en defender la libertad individual, seguridad jurídica y propiedad de los españoles».
El PP aseguró que acata la sentencia del Supremo, pero buscará el acuerdo de todos los grupos parlamentarios para «modificar cuantas leyes tributarias sea necesario para que quede claro, de cara al futuro, quién es el sujeto pasivo de esos impuestos».
En esta línea, Pablo Casado pidió desde Helsinki al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no «engañe» a los españoles con su promesa de eliminar el impuesto sobre las hipotecas, porque de hacerlo la banca lo acabará repercutiendo en sus clientes.
A su llegada al congreso del Partido Popular Europeo, que se celebra en la capital finlandesa, Casado defendió su idea de suprimir totalmente este tributo –que no lo pague ni la banca ni el usuario–, una medida que, según dijo, no tiene un coste presupuestario elevado para el Estado.
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, reclamó unidad política para cambiar la ley. «Pedimos al Gobierno la modificación urgente de la legislación para que se libere a las familias del impuesto de las hipotecas». Y mientras, en respuesta al presidente del Gobierno –«Nunca más los españoles pagarán el impuesto de las hipotecas», había dicho Pedro Sánchez– el líder de Podemos, Pablo Iglesias, pedía más: «No basta. Hay que devolver el dinero a las familias».
