En un encuentro a finales de enero entre el líder del PP, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno, José María Aznar, el líder de FAES ya advertía: «Estamos en un sistema de cambio de régimen que consiste, como en la II República, en que el centro derecha no pueda gobernar».
Y repasaba la Historia, concretamente las elecciones municipales de 1931, para apuntar: Los señores que estaban en la cárcel fueron a la Puerta del Sol, abrieron el balcón y dijeron: ‘Queda proclamada la II República’. Que nadie espere que quienes ahora quieren romper el sistema respeten las reglas, se van a vaciar las instituciones. Seamos conscientes de que no tenemos una crisis política normal.
Este lunes, Casado indicaba que la formula de reeditar unos nuevos los Pactos de la Moncloa «no suena muy sincero» por parte del Gobierno y ha afirmado que «lo más peligroso es que conllevara a un cambio de régimen encubierto«.
El líder del PP ha destacado que los Pactos de la Moncloa se emplearon entonces para superar un «régimen intervencionista hacia una democracia» y ha llamado así a reivindicar las instituciones democráticas. «Diálogo social, sí; pero cambio de régimen, no», ha destacado. Así, ha recordado que cualquier pacto tiene que estar evidenciado en el Parlamento y abierto también a los diferentes sectores. De este modo, el PP ha pedido una «eficacia inmediata» y que «no se planteen señuelos para no rendir cuentas».
Igualmente, la responsable de Ciudadanos, Inés Arrimadas, acertaba al proponer reeditar los pactos de La Moncloa para luchar contra el coronavirus y defender el sistema constitucional. Reeditar unos pactos entre los principales partidos con representación parlamentaria beneficiarían a España en la lucha contra la pandemia y en aliviar la catástrofe económica que se avecina. Así, Arrimadas ha urgido a Pedro Sánchez a aprobar una propuesta para reeditar estos pactos y llevarla al pleno del jueves para debatirla con el mayor consenso, sin excluir a nadie, aunque daba prioridad a los partidos «con sentido de Estado».
Pero sería toda una sorpresa que Sánchez aceptara, ya que el presidente del Gobierno solo quiere que la oposición asuma sin condiciones sus propuestas para combatir la pandemia y sus medidas económicas de corte marxista. La economía y el régimen del 78 están en riesgo.
También recordaba el presidente de El Imparcial, Luis María Anson, que «a Pedro Sánchez se le han concedido plenos poderes con el Estado de Alarma, pero no para que los ejerza de forma dictatorial, sin informar previamente o sin consultar a los partidos de la oposición». Económicamente hablado, apuntaba igualmente el académico: «Tradicionalmente un sector de la izquierda ha propugnado siempre la nacionalización de la Banca, la Sanidad, los Seguros y los bienes de producción. El empresariado español teme que el Gobierno esté avanzando en el camino de la nacionalización, aprovechando la lucha contra el coronavirus».
Destruir las instituciones
Por su parte, el presiente de Vox, Santiago Abascal, apuntaba en Twitter que «los cómplices de la investidura de Sánchez siguen usando la tragedia para destruir las instituciones españolas, como el copresidente Iglesias con su cacerolada fallida contra el Rey en plena pandemia y con miles de muertos causados por negiglencia del gobierno». «¿Unidad con estos?», se pregunta.
Los cómplices de la investidura de Sánchez siguen usando la tragedia para destruir las instituciones españolas, como el copresidente Iglesias con su cacerolada fallida contra el Rey en plena pandemia y con miles de muertos causados por negiglencia del gobierno ¿Unidad con estos? pic.twitter.com/UlPC1mMNWW
Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) April 4, 2020
Sí a la prórroga del estado de alarma
Por otro lado, en una intervención por videoconferencia en la reunión de los grupos parlamentarios de Congreso, Senado y del Parlamento europeo, Pablo Casado ha asegurado asimismo que su partido dará el apoyo a la segunda prórroga del estado de alarma, hasta el 26 de abril, siempre que sea en base a las condiciones del primer confinamiento que se inició el 14 de marzo, «sin más limitaciones» ni a los movimientos ni a las actividades económicas de ese primer decreto.
Sobre la crisis sanitaria, Casado ha comentado que la «lealtad» al Gobierno de coalición no implica cerrar los ojos «ante los errores» que cree que se han cometido en estas semanas. «El material tiene que llegar ya a todos los profesionales sanitarios, y que lleguen ya los test masivos de forma efectiva», ha añadido el líder de la oposición. Así, el PP ha solicitado también que los expertos «explique en base a qué están dictando sus indicaciones» y los acusa de «ocultar» información conocida desde la OMS.
«No queremos pensar cómo hubieran actuado los partidos si gobernáramos nosotros», ha indicado en este sentido. Y, en este punto, ha destacado los tres atributos del Gobierno que considera debe cambiar: la arrogancia, la mentira y la incompetencia. Casado considera que no pedir disculpas, no pedir ayuda u ocultar la verdad «no son la mejor acción».
No obstante, ha reconocido que «las cifras van mejorando y es un alivio», pero además ha vuelto a reclamar al Gobierno «eficacia» y, sobre todo, que se recuperen los controles parlamentarios al Ejecutivo, porque, aparte de una crisis sanitaria, España vive una «crisis democrática».
El líder de los populares se ha referido también a la crisis económica derivada del Covid-19. El PP ha elaborado su propio programa de choque en este sentido. Sus puntos los ha desarrollado Casado, en contraposición con los planes del Gobierno: «De la crisis no solo se sale con medidas de demanda, también hay que hacer frente a este shock de oferta con una economía ágil».
Por otro lado, ha anunciado que el PP establecerá un fondo de «hasta un cuarto de millón de euros» de donaciones de parte de los sueldos de todos sus diputados y senadores para paliar la crisis.
