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Catalunya desescalará a partir del 23 pero el toque de queda durará meses

El plan de retorno o la desescalada invernal se empezará a detallar y pactar la semana que viene. Salut ha conseguido mantener todas las medidas de restricción vigentes hasta el día 23. Diez días de margen para seguir empujando hacia abajo las cifras de nuevos infectados, nuevos enfermos, nuevas hospitalizaciones, nuevos ingresos en cuidados intensivos y más muertes.

“Necesitamos tiempo para consolidar el descenso. Aún estamos muy mal, pero en el buen camino”, resumió la consellera Alba Vergés en la presentación de los acuerdos del Procicat, alcanzados ayer tras una turbulenta semana de presiones externas e internas en el seno del Govern a favor de abrir la mano. Se llegó a mantener una reunión extraordinaria e informal de todos los consellers para frenar las discrepancias ventiladas. Mientras los profesionales sanitarios y los epidemiólogos reclamaban, no sin angustia, tiempo para que realmente baje la segunda ola y se pueda pensar en salir de ella.

El cierre nocturno va para largo. “Hay medidas que seguirán meses”, apuntó Sàmper en alusión al toque de queda, cuya aplicación (o levantamiento) decide la Generalitat. También la mascarilla para todo y los grupos reducidos en reuniones (ahora máximo de seis personas), haciendo hincapié sobre todo en limitar la diversidad de procedencias.

Lo que falta

El objetivo de mil casos nuevos diarios está lejos: ayer hubo más de 3.600

Los únicos cambios inmediatos que entran en vigor mañana son el permiso para abrir centros de estética y de servicios individuales, como masajes, porque no añaden el riesgo de interacción social; y el límite de cien personas en los lugares de culto, más allá del 30% del aforo permitido.

El lunes 23 podrán abrir las terrazas de los bares y restaurantes y otras actividades al aire libre, donde el contagio es más difícil. Los detalles se tendrán que pactar a lo largo de esta semana entre los miembros del Govern y los sectores afectados.

Al Gremi de Restauració de Barcelona les parece que esta prórroga les hunde. Que siempre se habló de un esfuerzo drástico pero breve, de máximo 15 días, y al final serán 40.

Siguiente paso

De cara a Navidad se flexibilizará el comercio y se podrían ampliar las reuniones

Vergés agradeció ese esfuerzo de tantos y reclamó ayudas al Gobierno estatal y en general a todas las administraciones para acompañar ese sacrificio, poniendo como ejemplo otros gobernantes como Merkel y Macron. E insistió: “Necesitamos esos 10 días”.

“Hoy tenemos 583 enfermos graves de Covid en la uci y eso es casi la totalidad de las ucis de que disponíamos cuando empezó la pandemia”, apuntó Josep Maria Argimon, secretario de Salut Pública, reincorporado de lleno a su trabajo tras pasar por el hospital por esta misma causa. “Se ha hecho un gran esfuerzo ampliando a 900. Pero hay que saber que detrás de cada cama de uci hay no solo respiradores y monitores, sino una elevada ratio de profesionales. Y no tenemos un 30% más de intensivistas ni un 30% más de enfermería de intensivos. No se puede incrementar más. Y ahora, todo lo que no es Covid, también todo lo grave, no podemos atenderlo sin antes conseguir un descenso de enfermos críticos por este coronavirus”.

El plazo de 10 días permitirá bajar hasta una situación menos grave, “pero no pensemos que el día 23 los indicadores serán extraordinarios, aunque sí nos permitirá intentar que la actividad económica sea los más alta posible”, matizó Argimon. Esperan alcanzar ese punto feliz en el que las altas se equilibran con los ingresos en las ucis.

Las ucis

La sanidad necesita un poco más de tiempo para que no haya tantos enfermos críticos

La tendencia es buena, ni más rápida ni más lenta de lo esperado. La R, el dato que marca la velocidad de expansión del coronavirus en la sociedad, lleva más de una semana en descenso, por debajo de 1. Cada día alguna centésima menos, sin cambiar de rumbo. Ayer estaba ya en 0,87 (cada 100 nuevos casos contagian a 87, así baja la cifra). Y el objetivo es que siga bajando y no suba más allá del 0,8.

“Luchamos con vehemencia en ese sentido, como en toda Europa. Pero tenemos 2.700 pacientes ingresados en los hospitales y 583 en la uci. Estamos muy lejos de las cifras que permiten al sistema sanitario ser sostenible”, recordó Vergés. El objetivo mínimo de las restricciones es llegar a mil casos nuevos al día (ayer, unos 3.600) y 300 en las ucis (ayer casi el doble). Y recordó que en estos momentos el 40% de la actividad de los centros de atención primaria está relacionado con nuevos casos de Covid-19 y sus contactos, lo que compromete gravemente el control de crónicos y las enfermedades que se agudizan con el invierno. “Necesitamos esos 10 días”.

Así que aparte de abrir las terrazas y actividades al aire libre, todo lo demás irá flexibilizándose “progresivamente” y con pies de plomo, porque hay miedo a una desescalada como la de primavera, que provocó después de dos meses de duro encierro, un aumento de casos a mediados de julio que costó mantener en una cifra alta pero manejable.

No repetir la desprogresión

Salut reclama ayudas estatales para los más perjudicados, pero teme las prisas

La descompresión deberá ser lenta y al paso de la mejoría sanitaria. Una de las restricciones que podrían empezar a aliviarse serán las que afectan a los comercios, porque empieza la campaña navideña. También el cierre perimetral en el municipio los fines de semana, que ha sido especialmente efectivo para reducir la movilidad. El conseller de Interior Miquel Sàmper, aventuró que se mantendría pero en un perímetro más amplio, quizá comarcal, que habrá que estudiar en cada caso.


¿Apruebas las restricciones en bares, restaurantes y comercios en Catalunya por los rebrotes de la Covid?