Cuando la hemeroteca te delata. Eso es lo que debería pensar Pedro Sánchez si volviese a escuchar sus reproches al líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante un debate organizado por el diario El País antes de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.
Aunque se sabe que sostener una cosa y hacer la contraria está insertado en el ADN de Pedro Sánchez, hasta a nosotros nos sorprende su cambio de argumentario dependiendo de las circunstancias. En el citado debate, Pablo Iglesias lamentó que el PSOE «no entendiera Cataluña como la entendía Pasqual Maragall», lo que provocó la airada respuesta del candidato socialista: «Te estoy diciendo que estás pactando con Bildu en Navarra y eso no es un proyecto de país para España», espetó a Iglesias el hoy presidente del Gobierno en funciones.
Sánchez hacía alusión al apoyo de Podemos a Bildu en 2015 para que los proetarras gobernaran el Ayuntamiento de Pamplona.
Cabría preguntar a Pedro Sánchez qué ha cambiado en tan pocos años para que, a diferencia de lo que sostenía ante Iglesias, el apoyo Bildu a la investidura de la socialista María Chivite como presidenta de Navarra podamos interpretarse como «un proyecto de país para España». ¿Ha cambiado Bildu su posición con relación al entorno de ETA? Si nos atenemos a los recientes homenajes a presos excarcelados de la banda asesina, parece que no.
El caso es que, una vez más, la hemeroteca pone a Sánchez ante sus propias contradicciones. Lo que hace poco era malo para España, ahora deja de serlo. Lo importante para Sánchez es el matiz. En este caso que es su partido, y no Podemos, quien ahora se alía con los herederos ideológicos de ETA.
