El monarca no había realizado declaraciones desde el pasado 13 de septiembre en un acto en Cuenca, cuando garantizó que la Constitución «prevalecerá sobre cualquier quiebra» de la «convivencia en democracia».
En esta ocasión Felipe VI ha acusado a la Generalitat de «deslealtad» y ha asegurado que los españoles y catalanes no están solos. El Estado es consciente de que «determinadas autoridades catalanas han incumplido de forma reiterada la Constitución» ha añadido que «con sus decisiones han vulnerado de forma sistemática las normas aprobadas» y han divido y enfrentado a la sociedad catalana.
