Inicio Destacadas Domènech acepta su fracaso y llama a la izquierda a reflexionar

Domènech acepta su fracaso y llama a la izquierda a reflexionar

«Estas elecciones tuvieron un origen ilegítimo, pero su resultado es sagrado, un resultado que hay que acatar y que nos ha colocado en la oposición». Con estas palabras ha aceptado el candidato de Catalunya en Comú Xavier Domènech el descalabro de la lista de los ‘comuns’, un espacio político del que se ha considerado que tendrá en el futuro un papel clave en la política catalana. No será en la próxima legislatura.

Domènech ha afirmado que los resultados del 21-D, marcado por «una participación masiva»,  responden a que «se han movilizado las partes de Catalunya que han sido olvidadas por las políticas de la Generalitat en los últimos años».

«Es necesaria una reflexión de las fuerzas progresistas y de izquierda: hasta qué punto no han hechos las cosas lo suficientemente bien como para que en un país progresista las derechas, del color que sea, sumen mayorías», ha dicho el candidato, repartiendo el funeral con otros partidos.

Dos fracasos

Catalunya en Comú ha sumado dos fracasos en una sola jornada. Ha obtenido un resultado inferior al que logró hace dos años la lista que encabezaba Lluís Rabell, Catalunya Sí que es Pot, una posibilidad que un tiempo atrás se antojaba descartada. También se desvanece la esperanza de que pese a pinchar en el número de escaños estos fueran decisivos para la formación del próximo Govern. Para ello, era necesario que Junts per Catalunya, ERC y la CUP no sumaran la mayoría absoluta y que tampoco lo hicieran Ciutadans, el PSC y el PP. En esa hipótesis, Domènech confiaba en un acuerdo con socialistas y republicanos.  

Con los resultados que arroja la jornada electoral, los ocho diputados de Catalunya en Comú en el Parlament tendrán poco que decidir en cuanto a votaciones se refiere. El grupo se queda, como no deseaba, en medio de los dos bloques que quería desdibujar: el unionista, que, por boca de Ciutadans, podrá decir que ha ganado las elecciones, y el independentista, que suma la mayoría absoluta. La campaña de los ‘comuns’ perseguía, por encima de todo, acabar con el bucle. Y el bucle parece haberse impuesto a ese deseo.