El Estado Islámico, el Daesh, se jacta, en una publicación interna, de que el autor del atentado perpetrado el pasado día 9 en Melbourne (Australia), en el que una persona fue asesinada y dos resultaron gravemente heridas, no había recibido ninguna formación específica ni financiación. Era, un actor (“lobo”) solitario, lo que, en opinión de los yihadistas, demuestra la eficacia de este tipo de terrorismo. Este individuo murió después de perpetrar la acción criminal.
“No recibió ningún curso legítimo. O formación militar en campos de entrenamiento. No tuvo ninguna financiación por parte de nosotros y ellos lo saben. Su motivación fue a a través de las palabras de sus líderes. Este proceso viene a confirmar que la motivación está detrás de los jóvenes en los barrios de esos estados”, agregan los cabecillas islamistas.
“Son –agrega– operaciones heróicas con un gran coraje. En esta ocasión, uno de ellos persiguió a los cruzados (cristianos) por las calles. Ese objetivo era su atractivo y funciona”.
“La motivación está detrás de sus creencias»
La claridad del enfoque adoptado por el Estado Islámico. Desde su creación en Irak. El mayor interés de unir a las personas a su Señor y enseñarles eso. Sumisión y cumplimiento. La manera de lidiar con infieles y apóstatas, sin consideraciones políticas o temporales”, subraya. En el escrito, en el que se califica el atentado como “una luz en el proceso”, se amenaza con que “las convocatorias para apuntar a los cruzados continúan, en sus hogares, en sus calles. El Islam es una página que nos sorprende. Luchando por ello con firmeza y éxito, contra las naciones de la incredulidad. Los campeones están haciendo lo que han hecho”.
