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El independentismo da la espalda a Laura Borràs: solo su partido la apoya

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, se encuentra a un paso de ser suspendida como diputada, después de que le hayan abierto juicio oral por un presunto caso de corrupción, lo que ha llevado este martes a ERC, la CUP y el PSC a advertir de que piensan aplicar el reglamento de la cámara catalana.

En concreto, el artículo 25.4 del reglamento del Parlament obliga a suspender a los diputados a los que se haya abierto juicio oral por corrupción, un punto que ahora puede descabalgar a Borràs, a quien el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha enviado a juicio por los delitos de prevaricación y falsedad documental, por fraccionar contratos de la Institució de les Lletres Catalanes -que dirigió hasta 2018- para adjudicárselos a un conocido.

Al tratarse de una causa relacionada con la corrupción, el enfoque que ERC y la CUP dan al caso es distinto del de los independentistas encausados por el procés, pese a que Borràs insiste en que «no hay caso» y en que es víctima de la «persecución política» del Estado para intentar apartarla de la primera línea, por lo que pide a las fuerzas independentistas que respeten la «unidad antirrepresiva».

El jueves, reunión decisiva en la Mesa

La Mesa del Parlament decidirá el próximo jueves en una reunión extraordinaria si suspende a la actual presidenta de la cámara.

La correlación de fuerzas en la Mesa, ahora mismo, es claramente desfavorable a la presidenta del Parlament, ya que JxCat solo tiene dos miembros -Borràs, que además no podría votar en este tema por evidente conflicto de intereses, y Aurora Madaula-, frente a dos de ERC, otros dos del PSC y uno de la CUP.

ERC y la CUP la dejarán caer

Aunque en las últimas semanas desde ERC ya habían dado a entender que se inclinaban por aplicar el 25.4, hoy la secretaria general adjunta y portavoz del partido, Marta Vilalta, ha despejado cualquier ambigüedad al respecto.

Pese a que Borràs alega que los delitos de prevaricación y falsedad documental no deben ser catalogados como corrupción y que la Mesa podría solicitar un dictamen a la Comisión del Estatuto del Diputado, Vilalta ha subrayado que a ERC no le generan «dudas» las acusaciones: «Son delitos vinculados a corrupción», ha dicho, por lo que «no haría falta elevar esta consulta a la Comisión del Estatuto del Diputado», sino que la propia Mesa podría acordar la suspensión.

Tanto ERC como la CUP han instado a Borràs a apartarse voluntariamente del cargo por «responsabilidad», para evitar que el Parlament quede «manchado» por un juicio por corrupción, pero, si no da un paso al lado, la diputada de la CUP Laia Estrada ya ha avisado de que su formación pedirá el jueves la aplicación del 25.4. La CUP «no tiene dudas al respecto» sobre el hecho de que «los delitos de los que se acusa a Borràs son corrupción», ha señalado.

El PSC pedirá su suspensión

La portavoz del grupo del PSC, Alícia Romero, ha anunciado que su partido pedirá el jueves la suspensión de Borràs, en aplicación del artículo 25.4 del reglamento, por lo que en la votación de la Mesa JxCat podría quedarse con un solo voto de siete posibles.

Romero ha explicado que el líder de su partido, Salvador Illa, ha mantenido este mediodía una conversación telefónica con Borràs, a la que ha expresado «el respeto a su persona y a la presunción de inocencia», pero «también le ha pedido que se aparte del cargo para no perjudicar la institución».

Sin apoyos en la oposición

Vox ha presentado un escrito a la Mesa en el que reclama que se aplique el artículo 25.4 del reglamento y se suspendan los derechos y deberes parlamentarios de Borràs, idéntica petición tramitada por Ciudadanos, que además pide fijar día y hora del pleno para elegir la nueva presidencia del Parlament.

Por su parte, la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, ha afirmado que Borràs debe «dimitir como presidenta del Parlament y ser suspendida» como diputada, porque «nadie está por encima de la institución ni del deber de ser ejemplar ante la sombra de la corrupción».