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El PSOE bajo el “efecto boomerang” tras las elecciones

La irrupción del multipartidismo en 2015 provocó que el reparto del poder no se produjera de acuerdo a la voluntad mayoritaria de los votantes, sino que quedara al arbitrio de la pericia negociadora en los despachos de los actores políticos que concurrían a las urnas. De este modo, el mapa territorial dio un vuelco y en casi la mitad de las capitales de provincia quienes se quedaron a las puertas de la victoria, hurtaron el poder a la lista más votada, representada en su mayoría por el PP. Entonces, los populares que pintaron prácticamente de azul el mapa municipal de España, perdieron –a través de pactos entre otras formaciones– hasta 18 consistorios. Hoy, este escenario se ha revertido en cierta medida y ésta práctica solo se circunscribe al 24% de los casos, mientras que en el 76% de las capitales de provincia, durante los próximos cuatro años, ostentará el poder la lista más votada. En 2019, quien gana; gobierna.

Este cambio de tendencia sigue afectando, no obstante, a los partidos mayoritarios y si en 2015 era el PP quien sufría los «pactos de perdedores» –liderados en su mayoría por el PSOE–, ahora son los socialistas quienes padecen esta suerte de «efecto boomerang». De los 12 casos en los que no gobernará quien ganó el 26-M, seis afectan a candidaturas socialistas (Orense, Zaragoza, Palencia, Tarragona, Badajoz y Granada). En menor medida al PP que solo cede Coruña, Lugo y Melilla; ERC lo hace Barcelona; Más Madrid con la capital, y Coalición Canaria con Santa Cruz de Tenerife.

Por comunidades, diez son las que mejor respetan el mandato mayoritario en las urnas de sus ciudadanos. En las provincias de Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Castilla-La Mancha y en la ciudad autónoma de Ceuta quienes ganaron las elecciones municipales el pasado 26 de mayo, serán alcaldes. Por contra, Galicia es la región donde menos se respeta la lista más votada. En Coruña y Lugo gobernará el PSOE, aunque ganó el PP y en Orense, lo hará Democracia Orensana, aunque vencieron los socialistas.

Las Castillas ponen el toque de color. De las 52 capitales de provincia quedan dos por dilucidar: León y Segovia, donde se impugnaron los resultados y se está pendiente de resolución. Ambas provincias apuntan a vuelco electoral, ya que León pasaría a manos del PSOE de confirmarse que Vox se queda sin representación y Segovia haría lo propio para la alianza de PP y Ciudadanos. También en Castilla-La Mancha hay miga. Ciudad Real y Albacete han inaugurado la fórmula de repartirse el mandato por mitades, dos años para el PSOE; dos, para Ciudadanos. Convirtiéndose en la única región de España en la que los socialistas han cerrado un pacto global con el partido de Albert Rivera. La formación naranja también importa este método a Badajoz con el PP, para mantener el poder, ya que ganaron los socialistas el 26 de mayo.

Precisamente, los socialistas fueron los vencedores globales de estos comicios y esto les vale gobernar en 20 de las 50 capitales que ya han dilucidado sus ejecutivos locales. El PP lo hará en 13 y Ciudadanos se estrena al frente de los consistorios de Palencia, Granada y Melilla. El PNV mantiene su hegemonía en las tres capitales de provincia vascas (Bilbao, Vitoria y San Sebastián), ERC lo hará en Lérida y Tarragona, Junts per Catalunya solo en Gerona, Compromís en Valencia, el BNG en Pontevedra, el Adelante de Kichi en Cádiz y Navarra Suma en Pamplona tras facilitar los socialistas que gobierne la formación de derechas.

Con este reparto, el PP se hace con Córdoba, Badajoz, Zaragoza y la joya de la Corona, Madrid. Las marcas de Podemos ceden la capital de España y Zaragoza. Los socialistas, aunque experimentan un importante avance, también se dejan por el camino algunos feudos, que no han podido revalidar, como Oviedo, Córdoba o Tarragona. Dentro de cuatro años, tendrán oportunidad de resarcirse.