Inicio Destacadas «Es curioso: todo el mundo aprueba los másteres»

«Es curioso: todo el mundo aprueba los másteres»

«Hoy en día parece que si no tienes un máster no eres nadie«, explica Sergio Segura Guerrero (máster en Periodismo Digital y Nuevas Narrativas en la UOC, 2.900 euros). «Hay días en que me levanto a las cinco de la mañana para poder compaginar los estudios y el trabajo. Saber que hay gente a la que le regalan el título me genera mucha rabia e impotencia», añade el estudiante. El escándalo de los posgrados que en estas últimas semanas ha salpicado a diversos políticos levanta mucha indignación entre los estudiantes que, a día de hoy, están cursando estudios de máster. Sobre todo, en un contexto en que no tener este tipo de formación puede cerrar las puertas del mercado laboral.

«Decir que solo tienes una carrera es como decir que no tienes nada», comenta Mónica Alexandra Alves Cunha (máster en Biblioteca Escolar y Promoción de la Lectura en UAB-UB, 2.900 euros). Ante el escándalo que ha implicado a políticos de la talla de Cristina Cifuentes y Pablo Casado, la estudiante responde: «Me parece increíble que alguien que esté trabajando en política pueda colar este tipo de mentiras en su currículo y luego a los demás nos exijan todos los documentos compulsados para poder optar a un trabajo mucho peor remunerado. Me enfada porque la gente que se lo prepara bien no tiene los trabajos que merecería y, muchas veces, los que están en lo más alto no pueden acreditar sus conocimientos».

Tras el estallido de la burbuja de las falsas titulaciones, son muchos los estudiantes que consideran que el escándalo puede afectar al prestigio de sus títulos. «Antes, cuando decía que estaba haciendo un máster, la gente se sorprendía positivamente. Ahora me hacen la broma de si me lo estoy sacando como Cifuentes», afirma Anna Nuel González (máster en Psicopedagogía en la UAB, 2.900 euros). Sin embargo, ante la posible pérdida de relevancia de los estudios, la estudiante matiza: «Creo que más allá de las bromas, este escándalo no nos va a afectar demasiado porque se sobreentiende que los demás trabajamos muy duro para sacarnos el título».

Pagar para poder trabajar

En principio, los estudios de posgrado están pensados para complementar lo aprendido durante la carrera. Para algunos, cursar un máster es obligatorio para poder acceder a determinados cargos en su profesión. Es el caso de los estudiantes de Ingeniería, Arquitectura, Profesorado de Secundaria o Derecho, entre otros. Para el resto, los estudios de máster se plantean como una herramienta para especializarse y diferenciarse de los demás graduados de su promoción. De una manera u otra, hoy el máster es considerado como una inversión casi indispensable para poder introducirse en el mercado laboral.

Beatriz M. Rius (máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria y Bachillerato UPF-UOC, 2.600 euros y máster en Historia de la Ciencia UAB-UB, 2.900 euros) reflexiona: «Los másteres son un producto muy curioso porque al final, por más especializados que sean, los aprueba todo el mundo. En cambio, en la carrera puedes estar repitiendo durante ocho años sin que nadie te apruebe». En esta misma línea, la estudiante añade: «Hay algunos másteres en los que lo importante no es la formación que obtienes, sino el tener un título y el estatus de los estudios. Por eso mismo, este escándalo deja en evidencia lo que ya se sabía: en muchos másteres no es importante lo que hayas aprendido, que en algunos casos no es mucho, sino el hecho de que tengas un título».

Alejandra R. León (máster en Comunicación Científica y Ambiental en la UPF, 8.600 euros y máster en Historia de la Ciencia, 4.000 euros, en ambos casos a precio de estudiante de fuera de la Unión Europea) explica: «Hoy en día hacer un máster es una inversión de tiempo y dinero. Y cada vez más parece que es indispensable tener uno. Pero no por el conocimiento que puedas adquirir, que también podrías hacerlo por tu cuenta sin ningún problema, sino por los contactos que puedas sacar». Por otro lado, la estudiante añade: «Hay mucha gente que entra al máster por las oportunidades que se ofrecen a los antiguos alumnos, como es el caso de becas y ofertas de trabajo internas. Lo que puedas aprender o no te acaba dando igual si sabes que al acabar los estudios puedes optar a un trabajo».

En este sentido, para algunos estudiantes matricularse en un máster significa poder tener acceso a una nueva bolsa de prácticas curriculares y extracurriculares especializadas que, a diferencia de las que se ofrecen durante el grado, suelen ser remuneradas.

Estudiar a precio de oro

En España, cursar un máster sigue siendo un lujo al que no todos pueden acceder. Por eso mismo, son muchos los estudiantes que se han indignado al constatar el trato de favor hacia algunos. «Lo que me parece más triste es que haya gente que se invente unos estudios cuando hay muchos que querrían estudiar, pero no pueden hacerlo por falta de recursos. Eso es lo que me parece más indignante de todo este caso», reflexiona Francesc Millán (máster en Periodismo Internacional en URL, 6.600 euros).

Paradójicamente, son muchos los estudiantes que consideran que tras acabar la carrera, hasta ahora considerada como formación básica, no disponen de todos los conocimientos y herramientas necesarias para entrar en el mercado laboral. En este sentido, Ander Redin (máster en Biología Celular y Molecular USAL, 1.250 euros, y máster en Historia de la Ciencia UAB-UB, 1.450 euros, en ambos casos con descuento por familia numerosa) añade: «Lo ideal sería que las carreras tuvieran la calidad suficiente para que luego no tuvieras que hacer estas cosas por obligación y que solo te plantearas cursar un máster por amor al arte».

Por otro lado, el estudiante concluye: «Es muy gracioso que los mismos que se llenan la boca con la cultura del esfuerzo y la meritocracia luego se aprovechen de esta manera de las instituciones públicas. Esto muestra el poco respeto que les tienen. La gente con poder hace piruetas para poderse esforzar lo mínimo posible mientras nos dicen a los demás que nos reinventemos y nos esforcemos».