Defendía corona, pero a Croacia se le acumularon los problemas antes de aterrizar en esta Davis de la Caja Mágica: destituido su capitán hace unos días y Franko Skugor nombrado líder provisional; se unió la baja de Marin Cilic y la negativa de Ivo Karlovic a ayudar a revalidar la Ensaladera. Y así, en la segunda jornada del grupo B, Croacia formó con Borna Gojo y Nikola Mektic, 280 y fuera del ranking de individuales, respectivamente.
Tenía ya poco que hacer, con un conjunto español envalentonado después de levantar la eliminatoria ante Rusia con un bravo Nadal y un soberbio dobles. En un miércoles con menos prisas en la Pista Central, España consolida su candidatura a levantar el título por países que no muerde desde 2011.
Comenzó Roberto Bautista el atracón de tenis, aliviado después de resbalar en la previa con Andrey Rublev y contundente contra Mektic, apenas pelea en un primer juego. Con su mente despejada y su tenis impecable, el de Castellón apagó las ínfulas del croata, pura mantequilla bajo el cuchillo impenitente del español. El primer set se solventó en 26 minutos y cinco más el segundo, porque Mektic quiso dejar algo más de huella en esta pista central que no apagó las trompetas en ningún momento, tampoco las de Croacia, valiente grupo de aficionados con fuelle hasta el final.
Y el plato fuerte llenó las pequeñas calvas que asomaban a principio de la tarde: un Rafael Nadal que se quedó sin jugar el punto de dobles, pero que guardó fuerzas para lo que viene. Se atascó el español contra un Gojo durísimo que pegó sin nada que perder cuando le tocaba sacar; pero el número 1 del mundo soltó un «Vamos» en el octavo juego que presagiaba la explosión. Solo cedió un punto con su servicio y por fin encontró las líneas y la contundencia para no dejar atacar al rival. En el noveno juego, break y confirmación de que su primer golpe está de enhorabuena con otro juego inapelable.
Notó el desgaste el croata a principios del segundo set, menos fino y veloz en sus desplazamientos. Aprovechó Nadal para meter un pequeño hueco y cerrar el puño con advertencia de que ya tenía todo bajo control: el saque siguió impecable, el drive no dejó puertas y el revés abrió pista. Aún tuvo un par de momentos para ampliar la ventaja, pero el séptimo juego, cerca de siete minutos de duración, cayó del lado de Gojo, 21 años de esperanza ante las ausencias de Cilic, Coric o Karlovic.
Se dejó tres puntos con su saque en el segundo parcial, solucionado con constancia y con un buen manejo de la derecha, 17 ganadores solo con ese golpe: demasiado para Gojo, que en su turno para mantenerse en el partido, se dio cuenta de que al otro lado de la red estaba Nadal, número 1 del mundo. Tres bolas de partido y de 2-0 de las que el balear necesitó la segunda. Después de una hora y 25 minutos, salto al cielo para colarse en los cuartos de final de esta Davis comprimida y siempre peligrosa.
