Inicio Destacadas España recibe el 43% de la inmigración del Mediterráneo mientras Italia cae...

España recibe el 43% de la inmigración del Mediterráneo mientras Italia cae a niveles de 2014

La cifra de inmigrantes que ha llegado a Italia a través del Mediterráneo en lo que va de 2018 está en niveles de 2014, anteriores a la crisis de los refugiados de 2015, y es tan baja (20.319 frente a los 100.308 de 2017) que resulta inferior incluso al número de llegadas que se han registrado durante muchos meses individuales a lo largo de los últimos cinco años. Lo destaca la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) dependiente de la ONU, que en su último informe certifica también que, por el contrario, España ha dejado definitivamente atrás este verano tanto al país alpino como a Grecia en lo que respecta a este fenómeno, como lo demuestra que el 43% de los ingresos irregulares por mar se han contabilizado en nuestros puertos y costas: 32.022 de 73.696 a fecha 9 de septiembre.

Este cómputo de la OIM suma y menciona expresamente las 630 personas que fueron desembarcadas del Aquarius en Valencia el 17 de junio más los 87 viajeros del Open Armas entregados en Algeciras el 9 de agosto, dos episodios entre los que España padeció un mes de julio que pasa por ser uno de los de mayor presión migratoria desde que existen estadísticas, en el que se verificaron 7.855 llegadas.

Tres cayucos en tres días

Mientras Italia alardea sin que la UE le pare los pies -«este año parece que será el primero en el que se invierta la tendencia de las llegadas de inmigrantes por el Mediterráneo», proclamaba este fin de semana el ministro del Interior, Mateo Salvini-, España despliega una política errática de acogidas y devoluciones que en nada está contribuyendo a ordenar los flujos.

Los datos de la OIM especificados en el mismo documento son que en agosto entraron irregularmente a nuestro país una media de 227 inmigrantes cada día y que en los primeros nueve días de septiembre ese ritmo aumentó hasta los 300. Tal es la afluencia que, de acuerdo con los datos de esta organización, con los 32.022 desembarcados que van por ahora, ya se habría superado la línea roja -y récord- de los 31.678 que se contabilizaron en el archipiélago canario en 2006 durante el mayor y más preocupante capítulo migratorio del que se tiene constancia, la «crisis de los cayucos». Aquella fue una avalancha ocurrida en otro tiempo y con otras características, que se atajó gracias a una combinación de actuaciones que incluyeron ayuda europea a través de Frontex, el refuerzo del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) y los acuerdos de repatriación y de colaboración con países como Senegal y Mauritania, que permitieron a la Guardia Civil española patrullar en sus costas junto a sus respectivas gendarmerías.

El Ministro del Interior viajó el 30 de julio al último de esos países africanos para dar continuidad a las relaciones de cooperación y confianza mutua, sobre todo habida cuenta de que últimamente se han interceptado varios cayucos -el 18 de junio de 2018 uno con 157 personas a bordo, el mayor en diez años- y, más recientemente, tres más en los tres días consecutivos del 9, 10 y 11 de septiembre. ya tras la visita de Fernando Grande-Marlaska a Nuakchot.

Está aún pendiente el contacto al máximo nivel del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el Rey de Marruecos, país desde cuyas costas parten la gran mayoría de las embarcaciones que transportan inmigrantes ilegales con destino a España que se detectan. Este año van más de 1.100 pateras frente a las 584 de 2017.