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¿Está España en manos de un psicópata? El relato de Sánchez o la facilidad con la que afronta el giro a toda frase o compromiso

FP.- “Lo delgada que es la línea que separa la verdad de una mentira convincente. La línea que separa la historia de un relato” (Patrick Rothfuss)

En la línea que separa la verdad de la mentira, Pedro Sánchez se mueve como un funámbulo experimentado. De hecho su vida política ha sido siempre moverse entre las sombras de la falsedad, de ahí la facilidad con la que afronta el giro a toda frase o compromiso.

En hastío se ha convertido la relación de incumplimientos flagrantes. Son tan innumerables que ha conseguido que se metabolice con absoluta normalidad cada decisión que contradice lo que él mismo había dicho.

España vive absorta ante el relato que se escribe diariamente haciendo añicos la verdad, la historia, lo obvio, lo sensato y lo legal.

La lucha contra la Pandemia se basó en una ilegalidad que el propio Tribunal Constitucional califica de inconstitucional por la vía elegida; por cierto la que más alejaba al gobierno de dar explicaciones al parlamento.

El gobierno de coalición se fundó en el abrazo de Sánchez con quien dijo que nunca llegaría a acuerdo alguno, con Iglesias.

La legislatura está marcada por las cesiones a los partidos con los que a priori nunca habría contacto alguno, los filoetarras y los golpistas

Los cambios de llevanza de la gestión sanitaria han sido constantes en función del interés partidario de cada día. Con acuerdos e imposiciones que los tribunales han ido tumbando a lo largo de los meses.

La mesa de negociación con los representantes de los partidos cuyos líderes cumplen condena por sediciosos a punto de retomarse partiendo de los indultos de los que que Sánchez abjuró en la campaña electoral y hoy convierte en una amnistía política, ilegal como la mayoría de las decisiones que ha ido adoptando.

La ilegalidad encubierta en un relato modificando la calificación de los propios hechos.

Desde el principio esta legislatura ha sido una pura pantomima. Una grotesca representación. Una afrenta a la ley.

Una legislatura basada en un relato con diversos capítulos a cual más falso.

El relato es una realidad paralela que han dirigido al ciudadano como si fuese un adolescente crónico. Si los ciudadanos aceptan el relato será o que le parece bien, o que no le molesta demasiado, pero en este caso nuestra Democracia corre un serio peligro.

Tan grave son las decisiones, como la rutinaria asunción de las mismas.

No podemos consentir con normalidad lo que es una constante y grosera burla a la ley, a la verdad, al sentido común y a lo obvio

Sánchez se alió con un comunista de libro.

Se apoya en los partidos que tienen relación directa con quienes practicaron el asesinato terrorista y con quienes lanzaron a la calle a ciudadanos en busca de la independencia por la vía de un referéndum ilegal.

Ha retorcido la Constitución y las leyes para gobernar durante la pandemia sin control alguno. Y ahora contra el Tribunal Supremo. y sentenciador indulta a los golpistas y malversadores amnistiándolos en grupo para acto seguido sentar a España con una parte de ella misma como si de dos naciones en guerra se tratara.

Que la abrumadora cantidad de fechorías no desaliente el ánimo de una nación que ha de concentrarse en salir de la crisis económica y de por las urnas acabar con esta desdichada parte de nuestra historia.