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«Hay que echarse a las calles para defender la Generalitat»

Las calles de Cataluña se preparan para volver a rugir y los seguidores de las organizaciones independentistas se disponen a actuar, de nuevo, como soldados (sin armas). Todo apunta a que la resistencia articulada el 1 de octubre, cuando miles de personas se apostaron ante los puntos de votación para «defender las urnas» podría volver a repetirse en breve, en esta ocasión para impedir la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), integrados por afines a la CUP y a otras organizaciones de la izquierda independentistas, ha distribuido en las últimas horas consignas muy claras a sus hordas: «Instamos a todas las fuerzas democráticas a luchar contra este golpe institucional y a impedir la aplicación del mencionado artículo mediante movilizaciones en las calles y huelgas de trabajadores y sociales al grito “Ni un paso atrás”».

En una línea muy parecida se ha manifestado la propia CUP, que también ha emplazado a la ciudadanía de Cataluña «a salir a la calle para hacer frente a los embates represivos del Estado español». Dicho en otras palabras, una parte del movimiento independentista se prepara para emplear su cuerpo si es necesario para repeler la intervención de la Generalitat.

Uno de los diputados de Junts pel Sí con menos pelos en la lengua, el ex de Unió Toni Castellà dio una charla esta misma semana en un centro del barrio de Gràcia, en Barcelona, y auguró que la violencia puede volver a las calles. La tesis de Castellà es que el Govern no titubeará y declarará la independencia esta semana, lo cual conllevará, según sus pronósticos, una reacción «violenta, muy violenta» por parte del Estado ( al Gobierno español «sólo le queda una vía», dijo: «Zurrar, zurrar y zurrar). En este contexto, el dirigente soberanista emplazó a la ciudadanía a defender las instituciones (Parlament y Generalitat) «en primera línea». No empleó la expresión «escudos humanos», pero se sobreentendió.

Un mensaje circulaba ayer en las redes sociales en esta misma línea: «Será necesario que los ciudadanos nos echemos a las calles para defender la Generalitat y el Parlament, aunque repartirán hostias (sic). Aquí es donde tíos jóvenes como tú y yo tenemos que estar en primera línea para recibir las bofetadas».

«resistencia»

Lo cierto es que miles de soberanistas ya demostraron el 1 de octubre a qué están dispuestos con tal de propulsar la independencia de Cataluña. En centenares de colegios electorales se repitieron escenas parecidas: la de un organizador dando instrucciones a los votantes para perimetrar los accesos al punto de votación y para realizar sentadas que impidieran el paso de policías. La llamada «resistencia pacífica».

Es pronto para prever si va a haber violencia en las calles, pero ya se sabe que van a volver a ser ocupadas masivamente. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) convocó a sus seguidores para mañana a las 12:00 horas a las puertas del Parlament. Se repetirá, así, la imagen del 10 de octubre, cuando miles de independentistas se concentraron para esperar la proclamación de la República. Esta vez confían en no regresar a su casa con gesto de decepción y para alzarse donde haga falta.

Los Mossos d’Esquadra, por su parte, pusieron en marcha un dispositivo especial para garantizar la seguridad en el exterior el Parlament, en el parque de la Ciutadella, que quedará rodeado de vallas de seguridad que sólo podrán cruzar las personas acreditadas, según confirmó la policía autonómica.

El objetivo de esta medida, que se irá modulando a partir de mañana, es garantizar la seguridad y evitar posibles incidentes en la Cámara catalana, ya que frente a la misma hay convocadas estos días varias movilizaciones. Los Mossos ya organizaron un dispositivo semejante en el pleno del día 10, cuando se esperaba la proclamación de la República.