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Jordi Pujol diseñó, junto con su hijo, negocios ficticios para ocultar 9,4 millones desde que se le empezó a investigar

Jordi Pujol Ferrusola, el brazo ejecutor del clan criminal

En 2014, la Policía advirtió al juez de la Mata de que, el hecho de no tomar medidas preventivas contra la familia Pujol, aumentaría el riesgo de destrucción de pruebas y de la continuidad de los delitos que se imputan.

Ha resultado evidente que la policía no se equivocaba. Dicen que fue en una de esas cenas familiares que tanto gusta al Padrino Pujol. El expresident diseñó una serie de negocios ficticios que debería llevar a cabo su hijo Jordi para continuar la evasión del capital  oculto que todavía posee el clan.

Así pues, Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresidente catalán, por orden de su padre, creó, diseñó y simuló negocios «inexistentes» a través de los que ocultó 9,4 millones de euros a la Justicia desde que se le empezó a investigar en el año 2012, entre los que se encontraban préstamos ficticios a terceras personas, según la UDEF.

El expresident es el cerebro de la operación y Jordi Pujol Ferrusola, el ejecutor

Una cantidad que está incluida en los casi 30 millones que, en suma, el primogénito de los Pujol ocultó en otros países para eludir la acción de la Justicia, según recoge el último informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) remitido a la Audiencia Nacional y al que ha tenido acceso Efe.

Pese a que en un primer momento la Policía elevaba a 14 los millones que mantuvo ocultos Jordi Pujol hijo desde que comenzó la investigación contra él, ahora cree que son 29,9 millones de euros los que pudo esconder con esa estrategia de despatrimonialización.

De esa cantidad, 9,4 millones de euros procedían de «negocios jurídicos ficticios» que en realidad no existían pero que Pujol Júnior usaba para mover su dinero y mantenerlo fuera del alcance de la Justicia; otros 12,3 millones provenían de «inversiones no repatriadas y pérdidas internacionales ficticias» y el resto, 8,1 millones, de plusvalías no declaradas.

Dentro de esos negocios «inexistentes» se encuentran cuatro operaciones de préstamos ficticios, entre ellos a su hija Nuria a quien le donó 585.000 euros en 2014, dinero que en su mayoría su hija empleó después en comprarle un piso a una sociedad de su padre. También está incluido en ese montante los 135.000 dólares que el hijo del expresidente catalán Jordi Pujol utilizó para sobornar a su socio Gustavo Shanahan con el objetivo de que se retractara de unas declaraciones en las que le acusó de haber manejado dinero negro en paraísos fiscales.

Sin embargo, la Policía cree que en total los socios pactaron el traspaso de 850.000 dólares -entre los que se encontraba esos 135.000- con un «trasfondo evasor», si bien desconoce si se llegó a materializar el pago completo. Además de la estrategia de los negocios ficticios, los investigadores creen que tanto Pujol hijo como su exmujer Mercé Gironés se hicieron con un «un inmenso patrimonio en el exterior» a través de varias sociedades invertido en negocios reales en el extranjero.

Gran parte de los mismos están «conexos con operativas de blanqueo de capitales que se mantienen intencionalmente fuera de España» para evitar el procedimiento judicial que instruye el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata. Con este informe, de 93 páginas, la UDEF unifica «todos los hechos que se han venido exponiendo en informes previos» y que demuestran «una estrategia de descapitalización intencionada» por parte del primogénito de los Pujol y de su exmujer.

Por último, otra parte del informe recoge una aparente causalidad entre la visita de Gironés a la caja fuerte que tenía en un banco en Barcelona y la publicación de «El Mundo» de un reportaje que, según la UDEF, se basaba «falsamente» en la instrucción policial, y que explicaba que la Policía vinculó cuentas en Suiza de los expresidentes Jordi Pujol y Artur Mas con la corrupción de CiU.

Una «coincidencia» que se produjo en 2012, cuando comenzó la investigación a Pujol hijo. Dos años más tarde, Gironés canceló el contrato de su caja fuerte