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Sumarroca blinda su domicilio bajo la apariencia de Consulado para guardar dinero y documentos relacionados con Jordi Pujol

En la calle Freixas de Barcelona vive Jordi Freixas. Ha blindado su domicilio convirtiéndolo en Consulado

Jordi Sumarroca hace inviolable su casa convirtiéndola en extensión de un Consulado mientras continúa disfrutando de valija diplomática

El hijo del fundador de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), Jordi Sumarroca, ocultaba fajos de billetes de 500 euros en el armario de su dormitorio.  Así lo documentó la Guardia Civil en los registros practicados en el marco de la denominada Operación Petrum, en la que se investiga la financiación ilegal del partido de Carles Puigdemont mediante el pago de comisiones del 3% por parte de grandes empresarios, entre los que destacan los dueños de la constructora Teyco.

El Cuerpo Diplomático ideal para delinquir

Dinero incautado en casa de Jordi Sumarroca en sobres manuscritos con datos sobre las comisiones del 3% (Foto El Español)

El Cuerpo Diplomático es, sin duda, un gran desconocido para la inmensa mayoría de ciudadanos. La opacidad y la impunidad que le amparan han sido elementos clave para que se propague la corrupción en forma de valija diplomática o cobro de comisiones en terceros países.

La corruptela diplomática ya fue destapada por Rafa Burgos, un sagaz periodista que realizó una profunda investigación sobre los vínculos entre la corrupción y la diplomacia. Producto de su trabajo se publicó un libro titulado L’orgia diplomàtica. Ambaixadors i cònsols al descobert (Pol·len Edicions), en el que se afirma que la corrupción en Cataluña se sostiene sobre cuatro patas:: la política, el mundo financiero, los paraísos fiscales y la diplomacia.

En Noticiero Universal hemos querido seguir el hilo argumental de Rafa Burgos y contrastar, con nuestras propias fuentes, hasta dónde llega la corruptela diplomática catalana.

No ha sido difícil comprobar que las sospechas de la policía sobre la utilización de valijas diplomáticas para evadir el dinero del 3% están bien fundamentadas.

Jordi Pujol, Carles Sumarroca y Jordi Sumarroca (Efe)

Sumarroca, cónsul honorario

Jordi Sumarroca era consejero delegado de la constructora Teyco, una empresa tapadera que le servía para cerrar comisiones por adjudicaciones.

Precisamente, una de las acusaciones que pesan sobre Jordi Sumarroca son las de haber pagado comisiones por importe de 850.000 euros a Daniel Massegué, alcalde de Torredembarra y militante de CDC.

Además de su trabajo en Teyco, el ejecutivo ostenta el cargo de cónsul honorario de Lituania. La Guardia Civil tiene indicios de que él habría facilitado el desvío de fondos de CDC al extranjero por esta vía.

Su hermano mayor y ex vicepresidente de Comsa Emte (otra compañía del sector de la obra pública y las infraestructuras), Carles Sumarroca Claverol, está imputado por la Audiencia Nacional en otra investigación sobre financiación ilícita vinculada con el partido y los fondos que maneja el clan de los Pujol.

El titular del Juzgado de Instrucción número 5 del alto tribunal considera que Sumarroca y su padre, Carles Sumarroca Coixet, fundador del grupo empresarial familiar y del partido y amigo íntimo de Jordi Pujol, facilitaron pagos irregulares al primogénito del ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol Ferrusola, a cambio de facilidades para conseguir concesiones de obra pública.

La clave está en la valija

La valija cuenta con inmunidad diplomática por la información sensible que, se supone, se intercambia entre las embajadas y consulados y las administraciones de sus países de referencia. La falta de transparencia está reconocida internacionalmente y amparada por el Derecho Internacional.

La valija diplomática es inviolable y cruza fronteras al margen de ningún control (y, aunque se la llame valija, a veces tiene un volumen considerable). La mayoría de los cónsules honorarios actúan de forma completamente autónoma, ya que el Estado que los ha nombrado no los controla muy bien y el gobierno español no tiene ninguna posibilidad de inmiscuirse en sus asuntos, más allá de retirarles el visto bueno, una medida muy agresiva a nivel diplomático y que sólo se toma en casos excepcionales (recientemente sólo se ha retirado la acreditación execuátur al cónsul de Letonia en Barcelona, Xavier Vinyals, y no por ningún negocio sucio, sino por colgar una estelada en su balcón).

Algunos de los cónsules honorarios tienen una relación estrecha con el país que representan, por tener familia o haber residido en él. Muchos otros tienen negocios allí, y eso sin duda tendría que ser motivo de incompatibilidades. En Barcelona, incluso hay quien ha sido cónsul de un país tras otro (en realidad, las convenciones internacionales incluso establecen que alguien pueda ser cónsul honorario de dos países a la vez).

La élite catalana vinculada con CDC y la diplomacia

Curiosamente, Barcelona es una de las ciudades del mundo que, sin ser capital de Estado, tiene más delegaciones diplomáticas (sólo es superada por Nueva York y Hong Kong). Incluso hay consulados de países diminutos, y algunas de estas sedes diplomáticas ni siquiera gestionan visados. Muchas dictaduras de países empobrecidos tienen consulados en Barcelona, a pesar de tener muy pocos ciudadanos de su país en Catalunya. Hay sospechosas connivencias entre las grandes familias de la ciudad y los asuntos diplomáticos.

Parece que la élite económica de la ciudad es, también, la que tiene un papel más destacado en la diplomacia, tanto a nivel de funcionarios, como entre el personal de los consulados honorarios. Ser hijo de alguien es, todavía, una ventaja clara a la hora de acceder a cargos consulares. El mundo de los cónsules es sólo  para la gente que se mueve en un universo de lujo y ostentación.

Entre las familias citadas en el libro se incluyen los Trias de Bes, los Guardans Cambó, los Rubert de Ventós… Muchos de los individuos citados, además de tener cargos diplomáticos, ocupan puestos directivos, no sólo en empresas privadas, sino también en empresas públicas o con participación pública. Y en La orgia diplomàtica también se constatan las relaciones turbias de algunos gobiernos autoritarios con Catalunya. Se cita el caso del dictador gabonés Omar Bongo (muerto en Barcelona en el 2009), y el del presidente kazako, Nursultan Nazarbaïev, que tiene casa en Lloret.

Jordi Sumarroca continúa disfrutando de valija diplomática

Jordi Sumarroca, implicado en el caso del 3%, es cónsul honorario de Lituania.

En la caja fuerte de su domicilio y en otra localizada en una de sus empresas -Teyco-, la Guardia Civil encontró notas manuscritas en la que se detallaban los porcentajes que se obtenían de  las mordidas en contratos públicos, de la que era -casualmente- adjudicataria la empresa del clan de los Sumarroca, a través de la Generalitat de Catalunya y municipios afines a CDC.

En la caja fuerte de Sumarroca se hacía clara referencia a las contrataciones entre el 2009 y el 2011 junto con las anotaciones en las que se anotaban los pagos del 3% de la cuantía del contrato. Jordi Sumarroca -extrañamente- pudo salir de prisión tras el pago de una fianza de 600.000 euros.

Se sospecha que Jordi Sumarroca es -supuestamente- uno de los depositarios de información sensible relacionada con el 3% y que afectaría a Jordi Pujol i Solei y a todo su clan familiar, así como a Artur Mas y otros altos cargos de CDC y del Govern de la Generalitat.

Lo que resulta incomprensible es que, pese a los datos aportados por la policía y la Guardia Civil, Sumarroca siga parapetado en su casa -ahora inviolable al convertirla en Consulado- y continúe disfrutando de valija diplomática con total impunidad.