Inicio Destacadas Jóvenes ultraizquierdistas siembran el terror en Alemania y dejan al menos 19...

Jóvenes ultraizquierdistas siembran el terror en Alemania y dejan al menos 19 policías heridos

Un establecimiento saqueado durante la madrugada de este domingo en Stuttgart

Varios centenares de ultraizquierdistas protagonizaron este domingo disturbios en Stuttgart (suroeste de Alemania) en los que saquearon y vandalizaron comercios y se enfrentaron con la policía a pedradas y botellazos.

Los incidentes estallaron hacia medianoche del sábado a raíz de un control policial por un caso de estupefacientes en un lugar donde estaban concentrados unos 500 jóvenes. Después se dividieron en pequeños grupos y se dirigieron al centro de la ciudad, informaron las autoridades policiales locales en un comunicado este domingo.

Sascha Binder, del partido socialdemócrata (SPD), describió los disturbios como «escenas de una guerra civil» y pidió que se aclaren las circunstancias de la violencia.

En las redes sociales circulan imágenes de vídeo que muestran a jóvenes atacando comercios. La cadena de televisión pública local SWR habla de una joyería, un restaurante de comida rápida y de un comercio de teléfonos móviles. Varios vehículos de la policía resultaron dañados.

Los jóvenes, muchos cubiertos con capuchas para no ser identificados, «destrozaron vehículos policiales estacionados en la calle y rompieron los vidrios con barras de hierro, postes, y lanzaron piedras y adoquines retirados de la vía pública contra otros vehículos de las fuerzas del orden en marcha», señaló la Policía en un comunicado.

También agredieron a las fuerzas del orden. En total, más de 10 policías resultaron heridos levemente y unas 20 personas fueron detenidas.

La Policía de Stuttgart dijo este domingo que «la situación estuvo por momentos absolutamente fuera de control».

Fuerzas policiales de todo el estado de Baden-Württemberg tuvieron que acudir a la ciudad para ayudar a controlar la situación, que se tranquilizó por la mañana.

El fin de semana pasado también hubo enfrentamientos entre grupos de jóvenes y la policía en Stuttgart, pero con menos violencia.

El presidente de la Policía de la ciudad Franz Lutz se mostró conmocionado el domingo y aseguró que no había visto “nada parecido en 46 años de servicio”. Cuarenta comercios fueron atacados, nueve de ellos también saqueados y los 280 policías que participaron en la operación fueron atacados con piedras y botellas, resultando uno de ellos herido de gravedad. Al parecer la confrontación con la policía en la ciudad ha crecido en las últimas semanas y los jóvenes se dedican a colgar vídeos en las redes sociales en los que atacan a policías, todo ello según información del propio cuerpo de seguridad. Los agentes aseguran que en base a la información disponible “no hay una motivación política” detrás de los altercados.

La búsqueda de dicha motivación ocupará a la opinión pública en los próximos días. Por el momento, las autoridades se han encargado de avivar aún más el debate al comunicar la nacionalidad de los 24 jóvenes detenidos hasta el momento, al asegurar que 12 de ellos son extranjeros y dos más tienen “un contexto migratorio” a pesar de tener un pasaporte alemán.

En ese sentido se especula de que podría tratarse de una reacción a los llamados “controles racistas” de la policía que ONGs relacionadas con los refugiados denuncian desde hace décadas o de la violencia policial que en Alemania, por desgracia, también se da en ocasiones contra minorías raciales. De hecho, las protestas relacionadas con el movimiento “Black Lives Matter” han encontrado mucha resonancia y participación las pasadas semanas en el país y en la capital Berlín ya hubo altercados hace dos semanas cuando la Policía quiso disolver la manifestación en la que no se estaban respetando las distancias de seguridad contra el coronavirus.

Por otro lado en el país se vive una alta crispación en estos momentos a raíz de la crisis desatada por la pandemia. Stuttgart ha sido durante semanas el epicentro de las protestas contra las medidas de contención contra el virus y que negaban la pandemia, con miles de ciudadanos manifestándose no siempre de forma pacífica, como demostraron varios ataques a la prensa.

Los disturbios de Stuttgart han sido especialmente dramáticos y de un orden mayor que en el resto del país, pero repasando las noticias se ve que no es el único lugar: también en Hamburgo y en Bremen hubo disturbios esa misma noche, también con jóvenes que estaban de fiesta, en el caso de Bremen están prohibidas aún las reuniones porque hay mas infecciones que en otros Länder y porque cada estado decide sus propias medidas de contención del virus.

En Bremen, además, tuvo lugar una manifestación por la muerte de un ciudadano marroquí a manos de la policía porque, según ésta, llevaba un cuchillo con el que les había amenazado y le dispararon, muriendo en el acto. También el viernes, en Hessen, un grupo de 50 personas atacaba a la Policía con piedras.

Los vecinos en cuarentena por el rebrote hieren a ocho agentes

Este mismo sábado se producían también disturbios en Gotinga, donde unas 200 personas trataron de derribar las vallas que les mantienen aislados del resto de la ciudad en un complejo habitacional en el que viven 700 y en el que ha sido puesto bajo cuarentena. Varios policías resultaron heridos y fueron atacados con barras de hierro y piedras. En las viviendas de unos 40 metros cuadrados viven familias que en muchos casos tienen hijos confinados con ellos, unos 200 menores en total.

La frustración es grande en especial por la crisis económica que está afectando más a capas de la población con menos medios económicos, a las cuales pueden pertenecer estos jóvenes. Muchos de los centros de reparto de alimentos han sido cerrados durante el confinamiento parcial del país, así como los comedores escolares. Las personas con trabajos más precarios no se han podido beneficiar de las medidas decretadas por el gobierno, como los ERTEs alemanes (el Kurzarbeitergeld) y las ayudas del gobierno han llegado sobre todo a empresas y autónomos que tenían ingresos medio-altos. Los pronósticos por ahora además vaticinan tiempos peores, con despidos masivos en varias empresas y caída del PIB por venir.