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La batalla de poder en el PP entre Santamaría y Cospedal en primera plana: una historia de vetos y rencillas

EL PAÍS, EL MUNDO y EL PERIÓDICO analizan este domingo en sus páginas el distanciamiento existente entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que, como destacan, se hizo evidente en el acto oficial del Día de la Comunidad de Madrid celebrado el pasado miércoles.

Según señalan EL PAÍS y EL MUNDO, el enfrentamiento entre ambas se remonta al congreso que el PP celebró en Valencia en el año 2008, en el que Cospedal asumió la Secretaría General del partido y Sáenz de Santamaría asumió la dirección del grupo parlamentario. Además, EL MUNDO desvela que en la Convención que los populares celebraron en Sevilla el pasado mes de abril, la número dos del PP impidió que la vicepresidenta entrara a una comida con Rajoy a la que estaban invitados los presidentes regionales del partido y los portavoces parlamentarios, argumentando que se trataba de un acto de partido y no de Gobierno.

Los diarios señalan que Sáenz de Santamaría y Cospedal compiten por convertirse en la persona más influyente ante el presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy. EL MUNDO, incluso, llega a interpretar su rivalidad en «clave sucesoria». Fuentes del Gobierno y del PP consultadas por EL PAÍS aseguran que el presidente «conoce, consiente e incluso a veces alienta» esa lucha.

Sectores del PP, añade este diario, acusan a Sáenz de Santamaría de escabullirse en las horas malas, ya que cuando estallaron los casos de corrupción era siempre Cospedal la que daba la cara. En la misma línea, EL PERIÓDICO dice que los partidarios de Cospedal se quejan de que la vicepresidenta trató de no mancharse con estos casos. Desde el entorno de Sáenz de Santamaría alegan que trató de salvar la gestión del Gobierno en un momento en que la secretaria general del PP intentó zafarse de su responsabilidad y salpicar al Ejecutivo. La fuentes del PP consultadas por EL PAÍS acusan a Cospedal de «no haber sabido compatibilizar» sus cargos de ministra y secretaria general.