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La candidatura nacional de Errejón dividiría aún más a la izquierda

Dirigentes y militantes de Más Madrid, el partido de Íñigo Errejón, deciden este domingo si la formación hasta ahora madrileña da el salto al ruedo nacional y se presenta a las próximas elecciones generales del 10N. Una decisión que podría complicar aún más el hiperpoblado arco parlamentario y dividir a la izquierda en el peor momento.

La repetición electoral del 10 de noviembre ha devuelto a Errejón al centro del debate político, ante la posibilidad de que decida concurrir con el partido que lanzó junto a la exalcaldesa de la capital Manuela Carmena, que ha descartado volver a la primera línea política. Según el diputado de Más Madrid Hugo Martínez Abarca, la formación debe tomar una decisión con el objetivo de «ser útiles para que esta vez se cumpla el mandato electoral».

De salir adelante la iniciativa, que hoy decidirán en asamblea los miembros de Más Madrid, el partido de Errejón concurriría a las próximas elecciones situándose como opción a medio camino entre el PSOE y Unidas Podemos. Aunque, evidentemente, el ex número dos de Iglesias se encuentra mucho más cercano ideológicamente a los socialistas que a los morados. De hecho, en las últimas semanas Errejón ha lanzado en varias ocasiones mensajes pronunciándose a favor de que su antiguo partido facilitara la investidura de Sánchez y renunciara a formar parte de un Gobierno de coalición con los socialistas, opción defendida hasta las últimas consecuencias por el secretario general, Pablo Iglesias.

Con el recuerdo del sorpasso del 26M dolorosamente cerca, en la formación morada ven el salto de Errejón a la política nacional como una amenaza inminente que les podría arrebatar un buen puñado de escaños, como Vox al PP en las anteriores generales. El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero, sin citar a Más Madrid, cargó este sábado contra el aumento de la «fragmentación» política a causa de «una izquierda útil a la derecha y al bipartidismo» y después de la pérdida de ayuntamientos y escaños a causa de las divisiones. Un día antes, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, consideraba que la vuelta a la política nacional de su ex número dos ocurriría «más tarde o más temprano» porque, según Iglesias, lo autonómico «es algo que no le ha interesado nunca».

Todo dependerá de la fórmula escogida por el partido de Errejón. Dado que es una formación joven (ni medio año de vida) parece difícil que cuente con el músculo suficiente para presentarse en muchas circunscripciones, por lo que es previsible que opte por concurrir a las generales solo en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona. Este escenario sería el menos dañino para Podemos.

La opción menos viable, aunque también la más perjudicial para los intereses de Iglesias, pasaría por concurrir en la mayor cantidad de circunscripciones sin importar el tamaño de estas, de manera análoga a lo que hizo Vox el 28A. Aunque, probablemente, no obtendría muchos diputados, debido a la Ley D’Hondt el voto se fragmentaría tanto que Podemos y PSOE dejarían de sumar muchos escaños. Una madeja que se enredaría aún más para la dividida izquierda si Casado logra coaligarse con Cs y Vox bajo el paraguas de España Suma.