El Departamento de Justicia repartirá a los funcionarios de las prisiones catalanas cerca de 50.000 mascarillas de protección respiratoria caducadas, pero cuyo uso está avalado por los Ministerios de Sanidad y Trabajo, para sustituir las quirúrgicas que les entregaron hace unos días.
Según ha informado el Departamento de Justicia en un comunicado, la decisión de repartir las mascarillas caducadas, procedentes de unas existencias que habían superado la «vida útil» designada por el fabricante, responde a los criterios de Sanidad y Trabajo ante la «escasez» de equipos de protección individual disponibles.
Las mascarillas de protección respiratoria -FFFP2- se repartirán a todos los centros penitenciarios y de justicia juvenil de Cataluña, junto a una copia del documento del Ministerio de Sanidad que acredita que cumplen los criterios para ser utilizadas.
El nuevo material distribuido a los funcionarios servirá para sustituir las mascarillas quirúrgicas que se les facilitaron hace unos días y que debían ser repuestas a las dos semanas.
No obstante, la Secretaría de Medidas Penales, según consta en una nota interna a la que ha tenido acceso Efe, indica que las mascarillas quirúrgicas que puedan haber sido utilizadas durante quince días no deben desecharse, puesto que «si se encuentran en buen estado, pueden continuar haciendo su función».
Siempre que sea posible, dicha instrucción establece que el funcionario que deba entrar en una celda donde esté interno un preso enfermo o con síntomas sospechosos de coronavirus, debería utilizar una mascarilla de protección respiratoria de un solo uso y, preferentemente, no caducada, de las que disponen todos los centros.
Junto a las mascarillas caducadas, se distribuirán otras 11.000 de protección genérica entre la población reclusa de las prisiones de Cataluña, donde hasta ahora son siete los casos confirmados de coronavirus.
El Departamento de Justicia aclara en un comunicado que solo se utilizarán las mascarillas del stock caducado que «cumplan los requisitos por los que han sido certificadas» y siempre comprobando previamente que las cintas y el material del puente nasal mantienen la calidad de ajuste recomendada.
