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La Policía de Marlaska intenta responsabilizar a Cs del escrache en el Orgullo

Un informe de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid contradice la versión de Ciudadanos sobre el boicot que sufrió la formación naranja durante la manifestación del Orgullo.

La Policía señala que no hubo agresiones físicas y que sólo hubo insultos y el lanzamiento «aislado» de una botella de plástico vacía. El País adelanta este martes el contenido del informe de la Policía dependiente del Ministerio del Interior y de su titular, Fernando Grande-Marlaska, protagonista de la polémica por unas declaraciones durante la marcha que fueron tildadas por Cs de «incendiarias» al justificar «consecuencias» para el partido de Albert Rivera por sus pactos con Vox.

El informe de la Policía llega un día después de que la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, denunciara que la Policía Nacional «tardó muchísimo tiempo en llegar» al lugar donde se impidió a los representantes de Cs avanzar; momento en el que cree que «podía pasar cualquier cosa».

La Policía Nacional, que critica en el informe al partido naranja por «no seguir en ningún momento las instrucciones policiales ni sus consejos”, tuvo que escoltar a los dirigentes de Cs para que pudieran abandonarla tras estar dos horas bloqueados por asistentes que les abuchearon y gritaron «Fuera, fuera» y «Esto os pasa por liaros con fachas».

Sus compañeros, dijo la vicealcaldesa, pasaron «miedo» al ser rodeados por cientos de personas, un argumento que también han expresado los diputados que estuvieron presentes en la marcha y que en voz de Inés Arrimadas dieron cuenta de lo sucedido con duras críticas dirigidas a Marlaska: «El ministro se comporta como un incendiario irresponsable: el PSOE pone a Cs en la diana y los radicales nos lanzan botellas».

Ciudadanos ha hecho responsable de lo ocurrido al ministro del Interior en funciones por «justificar la violencia sobre un grupo político», en palabras de Villacís, por lo que la portavoz de Ciudadanos ha pedido que dé explicaciones en el Congreso por «calentar la calle». En opinión de Arrimadas, «es una aberración que en el día del Orgullo alguien justifique la violencia».

Los organizadores de la manifestación sostienen, por su parte, que «Ciudadanos no ha entendido o no ha querido entender» que el acto del sábado en Madrid era «una marcha por la diversidad» y también una convocatoria de «una manifestación política».

En referencia al abucheo y acoso sufrido por Cs, han aseverado que «la ciudadanía ha sido clara al evidenciar con esta sentada la incoherencia de una formación que quiere salir en una manifestación que exige, entre otras cuestiones, que se deje de dar poder mediante pactos a partidos LGTBIfóbicos, mientras están formando gobiernos con ellos», si bien los organizadores defienden el derecho constitucional de Cs a manifestarse.