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El diario franquista que se convirtió al independentismo por un buen puñado de euros

La Vanguardia Española fue fundada en el año 1881 por Carlos y Bartolomé Godó con la intención de ser el órgano del Partido Liberal pese a venderse bajo el subtítulo de «diario independiente». A lo largo de su larga andadura ha estado siempre ligado al poder de turno, independientemente de las ideologías.
En los años anteriores a la guerra civil, su línea era monárquica y conservadora, siendo sus lectores preferentemente personas de clase media-alta, universitarios, empresarios, y gentes con inquietudes  culturales y religiosas.
Una vez finalizada la contienda, se puso del lado franquista con absoluta vehemencia. Antes de la muerte del Caudillo, empezó a ser discretamente crítica con el régimen para pasar, una vez desaparecido el Jefe del Estado, a volver a su etapa monárquica, para seguidamente y según el Gobierno de turno, pasar por todas las formaciones ideológicas: centro suarista, nacionalismo pujolista, socialismo felipista, PP aznarista, para una vez cambiado el régimen, gracias al salvaje atentado del 11-M, ponerse al lado de ZP y empezando una campaña feroz contra el PP y Aznar, para proseguir con descalificaciones contra Mariano Rajoy, Acebes, Zaplana y todo lo que oliese a Partido Popular.

La Vanguardia Española al servicio del Generalísimo Franco

El número de “La Vanguardia” del viernes 27 de enero de 1939, debajo del nombre de los fundadores, figuraba: “Diario al servicio de España y del Generalísimo Franco”.
Las diferentes líneas editoriales de “La Vanguardia” han tomado siempre los rumbos más cómodos y rentables en función de los distintos momentos políticos. Tradicionalmente ha sido un periódicos vendido al poder con un obsceno acercamiento ‘sol que más calienta’.

La niña bonita del Pujolismo

Si existió algún grupo de comunicación afín al ‘régimen pujolista’, este fue el Grupo Godó. En la actualidad, su buque insignia, el diario La Vanguardia, es la niña mimada de Artur Mas y Carles Puigdemont.
El penúltimo director de «La Vanguardia» fue José Antich, gran simpatizante de CiU, y de defensor a ultranza de  l´Estatut de Catalunya, de la Opa de Gas Natural, del mal llamado ‘oasis catalán’. Su dirección pasó a la historia por su férreo control sobre todo aquello que no fuese catalanista. Extraordinariamente grave resultó la censura que “La Vanguardia” aplicó al Foro de Ermua al negarse a publicar un encarte sobre el ‘Manifiesto por la Unidad de España, por la Igualdad y la Solidaridad entre todos los Españoles’, suscrito por cerca de treinta organizaciones cívicas de diversos lugares de España. José Antich argumentó que la censura se aplicó porque el Manifiesto en cuestión “faltaba a la verdad”.

Cada seis meses, el Departamento de Presidencia del gobierno catalán publica el detalle de las subvenciones concedidas durante ese semestre. Es conocido que La Vanguardia recibe todos los años alrededor de varios millones de euros como «subvención».

Sólo en 2015, la Generalitat le otorgó ayudas que alcanzaron los 3 millones en subvenciones directas, además de las decenas de miles de ejemplares diarios comprados y de contratos escondidos entre los pliegues de la Administración. El grupo recibe cada año el equivalente a tres campañas publicitarias de las más importantes del Gobierno.

Alfonso Ussía pide al Rey que se le retire el título nobiliario al conde de Godó

El escritor Alfonso Ussía ha solicitado al Rey de España  que se le retire el título nobiliario del que goza el conde de Godó. «El Rey concede los títulos y las grandezas, y es el único que puede revocarlas. Y el Rey tiene que estar enterado de que algunos nobles no se están comportando con la lealtad y la dignidad que se exige a quienes disfrutan de un privilegio nominativo.

Artur Mas con el conde de Godó, presidente de La Vanguardia
Artur Mas con el conde de Godó, presidente de La Vanguardia (Foto de archivo)

Según el escritor, si a la Infanta Cristina se le revocó su Ducado sin estimar su presunción de inocencia, el Rey debe informarse de la responsabilidad que han adquirido contra España y la Corona algunos de sus nobles (…) El papel y las grabaciones radiofónicas no necesitan de más argumentos (…) El rey debe ser informado de lo que sucede en el grupo de comunicación más influyente del nordeste. Y decidir, al menos, ser tan contundente como ha sido con su hermana. Jugar a dos bandas con la independencia de Cataluña es una infamia».