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Los vetos cruzados entre partidos ponen en peligro la gobernabilidad

A la hora de plantear alianzas después de las elecciones, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha advertido al PSOE de que “decir una cosa en campaña y hacer otra” perjudica la estabilidad. Por eso le pide a Pedro Sánchez “coherencia”, ya que los vetos que se están imponiendo los partidos pueden poner en peligro la gobernabilidad y ya hay, incluso, quien amenaza con nuevas elecciones.

Algo parecido sucede entre Ciudadanos y Vox en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. La formación que lidera Santiago Abascal lamenta que Albert Rivera no quiera sentarse con ellos a la mesa para negociar un programa de Gobierno y que solo tenga intención de hacerlo para comunicarles los acuerdos a los que lleguen con el PP.

Peligrosa puede tornarse también la situación en Navarra, donde los socialistas navarros pueden llegar a tener la tentación de entregar la comunidad a los independentistas. La idea de anexionar la región al País Vasco sobrevuela sobre las mesas de negociación.

Así, con todos estos vetos, ni el PP ganará el Ayuntamiento y podrá retener la Comunidad de Madrid ni Navarra será para partidos constitucionalistas ni Pedro Sánchez podrá quedarse en la Moncloa.

Es de destacar que Felipe VI no ha programado ningún acto la próxima semana con la idea de poder celebrar la ronda de consultas para buscar candidato a la investidura de un presidente del Gobierno. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, debe llevarle la lista de los representantes de las formaciones políticas como paso previo. Está claro que el único en disposición de presentarse a la investidura es Pedro Sánchez, pero lo que está por ver es con qué apoyos.

Amenaza de nuevas elecciones

Desde Podemos se ha dejado caer que si no “entran” en el Gobierno y deciden pactar con Ciudadanos, la formación morada no apoyará al PSOE, por lo que es muy probable que se llegue a un escenario de nuevas elecciones. Pablo Iglesias vinculó este jueves la entrada en el Gobierno con el apoyo de su grupo a la investidura de Pedro Sánchez. En la formación morada están a la espera de cómo se desarrollan finalmente las negociaciones.

Aunque la ministra portavoz, Isabel Celaá, ha dejado claro este viernes que “Podemos es el acompañante preferente”, también ha subrayado que el Gobierno, puesto que no suman mayoría para una investidura, está abierto a “trabajar líneas diferentes”.

Esto a Podemos le vuelve a sonar a pacto con Cs y Pablo Iglesias ya ha pedido al PSOE “coherencia” a la hora de plantear alianzas postelectorales. Ha advertido de que decir una cosa en campaña y hacer otra perjudica la estabilidad: “Si lo que queremos es un horizonte de estabilidad y certeza para nuestro país, no se puede decir una cosa en campaña y hacer otra inmediatamente después. Aquí viene una crítica afectuosa, irónica y esperanzada a nuestros socios del PSOE, que parece que han tardado poco en proponer una suerte de acuerdos de gobierno a Ciudadanos”.

Celaá ha lamentado que se pueda instalar la opinión de que España necesita otras elecciones, ya que los resultados han sido “inequívocos”, a lo que Podemos ha reiterado su deseo de articular un gobierno de coalición “estable” con el PSOE.

Los “caprichos” de Cs contra Vox

Por otro lado, en el caso de Vox, un desacuerdo con Cs conllevaría que la actual alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, pudiera renovar mandato y tener otros cuatro años de “populismo” en Madrid. Para el Gobierno regional en esta misma comunidad sonaría como probable presidente el candidato socialista Ángel Gabilondo.

Duro cruce de amenazas y advertencias entre Cs y Vox que puede dar al traste con un nuevo pacto “a la andaluza” en Madrid. Ciudadanos sigue sin querer sentarse a la mesa con Vox, aunque a última hora ha dicho que sí lo haría, pero solo para comunicarles los acuerdos a los que lleguen con el PP.

Vox ha lamentado que un “capricho” de Albert Rivera pueda devolver el bastón de la Alcaldía a Manuela Carmena y lo ha contrastado con el hecho de que el líder del PSOE a la Comunidad sí les haya invitado por carta a sentarse a dialogar.

Lío también en Navarra

En la Comunidad Foral de Navarra el PSN-PSOE ha llamado a Geroa Bai, Podemos e I-E (Ezkerra) para iniciar la ronda de contactos. Aquí un acuerdo de la izquierda, con la abstención de EH Bildu, daría la victoria a la socialista María Chivite, dispuesta a casi todo con tal que de que Navarra Suma (la coalición de PP, Cs y UPN), pese a que fue la fuerza votada, no gobierne.

¿Y si Bildu no se quiere abstener? ¿Y si quiere su parte? La coalición abertzale ha animado a la actual presidenta, Uxue Barkos, de Geroa Bai, a presentar su candidatura a la reelección. Además, su líder, Arnaldo Otegi, ha dicho que quiere estar en las negociaciones del Ejecutivo foral y de las alianzas municipales, de las que le han excluido los socialistas.

Desde el PSOE se vincula la negociación con los nacionalistas de Geroa Bai con el PNV y el apoyo de este partido, a su vez, con la negociación de la investidura de Pedro Sánchez. Vista la política que se ha hecho en los últimos años de acercamiento al País Vasco y sobrevolando contantemente la idea de una anexión, es inevitable pensar que así empezaron los problemas con la independencia en Cataluña.