Aún no había llegado la hora de la convocatoria cuando han empezado a sonar las primeras cacerolas. Málaga se ha sumado en la tarde de este jueves a la lista de ciudades españolas que han alzado la voz contra la gestión del Gobierno de la crisis sanitaria.
Miles de personas han recorrido durante más de una hora la calle Larios, principal arteria comercial de la capital, portando la enseña nacional y coreando consignas contrarias al Ejecutivo. «Dimisión» ha sido la palabra más escuchada durante toda la manifestiación, tanto hacia Pedro Sánchez, como hacia el Gobierno al completo.
«Es una vergüenza la situación a la que nos ha conducido este Gobierno de impresentables. No han sabido gestionar la crisis y son el perrito faldero de sus socios», señalaba a ABC Francisca Torres, que acudía a la protesta con un grupo de amigas. Todas ellas con mascarilla.
La protesta se ha desarrollado de forma pacífica con la presencia de numerosos efectivos de la Policía Nacional. Precisamente un grupo de agentes apostados en la plaza de la Constitución ha recibido una enorme ovación de los participantes, que les han aplaudido al grito de «Viva la Policía Nacional» o «Vivan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».
Al contario que en otras ocasiones, no ha habido colapsos durante el recorrido y los manifestantes han recorrido la calle en uno y otro sentido durante varias ocasiones con el objetivo de no crear grupos y mantener en la medida de lo posible la distancia de seguridad entre unos y otros.
Se han visto familias al completo, jóvenes, mayores y hasta la mascota, con su correpondiente bandera de España atada al cuello. Todos bajo el paraguas de un mismo mensaje: «el Gobierno debe dimitir».
«Es sangrante como han beneficiado a unos territorios frente a otros en la crisis y también ahora en la desescalada. Trabajo en la hostelería y la situación es insoportable, sobre todo aquí en Málaga, que prácticamente vivimos de eso», lamentaba José Gutierrez mientras golpeaba con fuerza la cacerola traída de casa.
Pero la gestión de la crisis sanitaria no ha sido lo único que han sacaban a relucir los asistentes. «Nos están tomando el pelo a todos. ¿Cómo es posible que pacte con los herederos de ETA y se quede tan ancho? No vamos a quedarnos callados, porque nadie puede decidir qué causa es legítima y cuál no lo es», criticaba indignada Ana Muñoz, que relataba a este periódico cómo dos de sus hijos siguen sin cobrar el ERTE por el que se han visto afectados a consecuancia de la pandemia.
La de este jueves es la primera manifestación en la capital, aunque el próximo domingo Vox -única formación política que ha respaldado la protesta en sus redes sociales- ha convocado una «Caravana por España y su libertad» que partirá a las 12.00 horas desde el Palacio de Deportes José María Martín Carpena con la intención de llegar hasta El Tintero, justo al otro extremo de la ciudad.
